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Plazas mayores en Navarra

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Estella

Estella se erigió en el siglo XI al calor del Camino de Santiago como una población de francos donde su potente actividad mercantil propició su expansión urbanística. Su carácter comercial se concretó en dos mercados, uno situado en la Rúa de las Tiendas, en el primitivo burgo de San Martín, que tuvo vida hasta la Baja Edad Media, y otro que se ubicó al otro lado del Ega, en el nuevo burgo de San Miguel, a las puertas de su iglesia. Este mercado, nacido en la primera mitad del siglo XII, fue trasladado en 1187 hacia otra zona en crecimiento de la ciudad: la Población de San Juan, desarrollada hacia el oeste en torno a la parroquia de su nombre, a cuyos pies surgió un espacio abierto, la actual plaza de los Fueros, que albergaría desde entonces hasta hoy de manera ininterrumpida, con excepción de algún periodo en el siglo XIII, el mercado de los jueves, afianzado gracias a la concesión de privilegios reales. Recibió el nombre de plaza del Mercado Nuevo para distinguirla de la de San Miguel, denominada del Mercado Viejo.

A este primitivo uso comercial se unió también su utilidad como principal espacio social y festivo de la ciudad, especialmente como coso taurino, función que desempeñó hasta 1917 en que se construyó una nueva plaza de toros. 

La plaza mayor de Estella se configuró definitivamente en sus alzados durante los siglos del Barroco, cuando se levantaron en tres de sus flancos magníficas construcciones domésticas, unas de piedra y otras de piedra y ladrillo, de planta baja con soportales y tres alturas, con abundantes balcones y galerías de arquillos de remate, muchas de las cuales fueron incomprensiblemente derribadas avanzado el siglo XX para levantar nuevos edificios de viviendas. El lado sur estaba cerrado desde la Edad Media por la fachada de la iglesia de San Juan. A mediados del siglo XIX, la ruina de su torre condujo a la reforma del templo y a la construcción de un nuevo frontispicio, diseñado por Anselmo Vicuña. El arquitecto estellés diseñó un proyecto clasicista, caracterizado por su aspecto macizo y un remate con un gran frontón triangular flanqueado por dos torres campanario. 

 

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Foto: Calle Mayor

aula_abierta_itinerarios_46_bibliografia

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