Lesaca: más de 350 años de historia

La imponente casa consistorial –según acredita una inscripción– se levantó en 1664 gracias a las trazas del cantero Juan de Alzate y al buen hacer de un tal “Pildirike”, en uno de los frentes de la plaza Vieja, donde antaño se sometían a escarnio público los delincuentes. De todos modos, una reforma dieciochesca alteró sustancialmente la esencia del edificio, dotándole de su aspecto actual.

Su fachada, horizontal y en piedra gris, contrasta claramente con los sillares de piedra amarilla que circundan los vanos, las esquinas y la cornisa superior. Tiene tres niveles: basamento, articulado por soportales que se abren a la plaza mediante arcos de medio punto, y dos pisos: el primero consta de una balconada corrida que apea en ménsulas pétreas y con una sola puerta de acceso, flanqueada por sendas ventanas; y en el segundo, la balconada cubre los cinco vanos que alternan puertas (en el centro y los laterales) y ventanas.

Su última restauración, realizada en 1987 bajo la dirección de los arquitectos Manuel Íñiguez y Alberto Uztárroz, incorporó un alero doble de madera que se asienta en una moldura de piedra, y remodeló el zaguán, que acoge una escalera de madera cubierta con cúpula.