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Antonio Moreno, Profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra

Tipos al 0,25%: ya era hora

vie, 08 nov 2013 09:31:00 +0000 Publicado en Hoy de Extremadura, Ideal de Granada, Ideal de Jaén, La Rioja, La Verdad de Cartagena, Las Provincias y Sur y Diario de Navarra

El Banco Central Europeo (BCE) está ubicado en Frankfurt. Este hecho no es casual, sino esencial para entender la política monetaria que el BCE ha implantado hasta ahora. Alemania manda en Europa y los tipos de interés que hemos tenido hasta ahora –demasiado bajos hasta la crisis y demasiado altos durante la crisis- han reflejado sus necesidades monetarias. Los tipos bajaron ayer al 0.25%, su nivel histórico más bajo, nivel ya alcanzado en Estados Unidos hace 5 años y en Inglaterra hace 4 y medio. Es cierto que la política monetaria del área euro es más complicada que la de la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra. Sencillamente, los ciclos económicos no están sincronizados entre los distintos países de la Eurozona y, ante disyuntivas no infrecuentes, el BCE históricamente ha tirado por la calle del medio: Alemania. Hasta ayer mismo, cuando los astros se juntaron: débil – muy débil- recuperación europea y perspectivas deflacionarias generalizadas.

Ante tanta expectativa truncada en el pasado, esta bajada ha pillado por sorpresa a los mercados, lo cual puede darle una dosis extra de eficacia a la medida, además de una ganancia de competitividad –quizás buscada-, vía depreciación del euro.  Pero no debemos confundirnos: no estamos ante una panacea. Ni se crece indefinidamente bajando el precio del dinero, ni ésta es toda la historia en absoluto. Ya hemos visto que los tipos han estado bajos durante bastante tiempo en el área euro y sin embargo el crédito no ha fluido de los bancos a las empresas y empresarios, en especial en nuestro país. Es más, los efectos de una política monetaria expansiva en conjunción con políticas macro-prudenciales erróneas, tales como requerimientos de capital excesivamente altos para épocas recesivas, se pueden anular mutuamente. Parece claro que el contexto monetario más esperanzador para la sociedad europea en su conjunto pasa por la combinación adecuada de política monetaria y macro-prudencial. Una combinación que dote de flexibilidad a los países para poder complementar la unidad de tipos con la diversidad de ciclos económicos por países. Ante un escenario así, los bancos no deberían tener más excusas para no prestar.