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Ignacio López Goñi, , Catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra y autor del libro Virus y pandemias (Naukas)

Zika: ¿conspiración o evolución?

   

jue, 03 mar 2016 11:47:00 +0000 Publicado en El Mundo

El virus Zika es un nuevo invento de las compañías farmacéuticas que, en colaboración con la Organización Mundial de Salud (OMS), crean alarma en la población, y engañan a los gobiernos para que inviertan nuestro dinero en vacunas y fármacos que luego no sirven para nada. No es la primera vez que la Organización Mundial de la Salud nos engaña, recuerden ustedes lo que pasó con la gripe aviar: ¡todos íbamos a morir! El Zika se trata de una nueva conspiración de determinados lobby, un virus mutante creado en el laboratorio con fines eugenésicos para controlar la natalidad de los países en vías de desarrollo. Para eso se han inventado hasta lo de la microcefalia. El Zika es un error de empresas biotecnológicas de mosquitos transgénicos. Todo lo que está pasando ahora con el Zika es lo mismo que ocurrió con el Ébola, gripe, VIH y otras plagas: un oscuro contubernio de investigaciones malintencionadas.

Cosas como éstas leemos en algunos foros, internet y, lo que es peor, en algunos respetables medios de comunicación. Con los virus se mezcla el temor, la polémica y un gran número de personas afectadas: los ingredientes perfectos para el notición. Pero ¿qué hay de cierto en todo ello?, ¿lo del Zika es realmente una conspiración mundial? Veamos lo que dice la ciencia.

Algunas enfermedades infecciosas se diseminan o resurgen en una nueva zona del planeta, aparecen por primera vez causadas por un virus que era desconocido hasta ese momento. Son virus nuevos o reemergentes. Pero, ¿por qué surgen estas nuevas infecciones virales? Principalmente por tres razones.

En primer lugar, la propia naturaleza y biología de los virus influye en la aparición de nuevas enfermedades. La mayoría de los casos de nuevos virus, como el Zika, tiene el genoma del tipo ARN y esta molécula ARN tienen una tasa de mutación, de error, muy alta. Sus enzimas cometen muchos errores al copiar el genoma y además no los corrigen. Muchos otros virus tienen sus genomas distribuidos en varios fragmentos. Cuando dos virus infectan una misma célula, pueden ocurrir fenómenos de recombinación o mezcla y de intercambio de genomas, con lo que pueden aparecer de forma natural nuevos virus con genomas híbridos o mezclados. Estos fenómenos de mutación y de recombinación, unidos al hecho de que los virus se multiplican a velocidades extraordinariamente altas (en un solo tubo de ensayo podemos tener en pocas horas cientos de miles de millones de partículas virales), hacen que la capacidad de evolución y adaptación de los virus sea enorme. En los virus es como si el proceso evolutivo (el cambio y la selección natural de la que hablaba Darwin) fuera a muy alta velocidad y por eso es tan fácil que aparezcan nuevos virus en tiempos muy cortos.

A eso hay que añadir que en la aparición y extensión de nuevos virus también influimos nosotros mismos, nuestro estilo de vida. Cerca del 50% de la población mundial vive en grandes urbes, ciudades con más de 10 millones de habitantes. El hacinamiento, la polución y falta de higiene favorecen especialmente la transmisión de infecciones respiratorias y gastrointestinales. Además, vivimos en un mundo globalizado en el que los virus no conocen fronteras. Nosotros mismos podemos desayunar en Madrid y el mismo día cenar en Nueva York. Hay muchos ejemplos de virus que se han extendido por el planeta en cuestión de unas pocas semanas: el coronavirus SARS, el Ébola o ahora el Zika. ¡Los virus o sus vectores también viajan en avión o en barco!

Por último, otro factor que también afecta a la aparición de infecciones emergentes es el cambio climático y la alteración de los ecosistemas. La eliminación de árboles en una región, el aumento de lluvias, las sequias o el calentamiento global pueden afectar a la densidad y distribuciones de animales, roedores o insectos que actúan como vectores o vehículos de transmisión de los virus. Por ejemplo, existen más de 400 virus distintos que, como el Zika, son transmitidos por mosquitos y garrapatas. Cada especie de mosquito requiere unas condiciones concretas de temperatura y humedad para desarrollar su ciclo vital. Su distribución geográfica depende por tanto de estas condiciones ambientales. Pequeños cambios en la temperatura y humedad pueden modificar la distribución global de estos insectos y por tanto alterar la extensión de estos virus. No podemos descartar por tanto que en el futuro las enfermedades tropicales dejen de ser tan tropicales. Además, no debemos olvidar que la mayoría de los enfermedades infecciosas virales en humanos tienen su origen en virus de animales: la gripe es un virus de aves, el origen del VIH está en los monos, el Ébola en murciélagos y otros animales salvajes.

No hay que imaginar oscuros intereses o contubernios internacionales para explicar la aparición y rápida extensión del virus Zika. Ni este virus, ni ningún otro, se ha escapado de laboratorios secretos donde manipulan los patógenos. La propia Naturaleza, los fenómenos evolutivos, nuestro propio estilo de vida o el clima son responsables de la aparición de nuevos virus.

En el caso del Zika es probable que hayan coincidido varios factores: una población sin inmunidad previa al virus y más susceptible; un aumento de la población del mosquito vector, quizá influido por el clima; unas condiciones sanitarias y de control que dificultan el diagnóstico y el control de la población de mosquitos. El virus Zika se transmite principalmente por mosquitos, causa un enfermedad casi sin importancia, leve, con una tasa de mortalidad bajísima (de la gripe estacional normal se calcula que pueden morir cada año más de 200.000 personas en todo el mundo). Pero si se confirma, como parece, que en mujeres embarazadas puede ser la causa de la microcefalia, el Zika puede ser un problema muy serio. Para combatir el Zika hay que luchar contra los mosquitos, porque es mucho más fácil matar mosquitos que virus.