In memoriam: José Luis Illanes (1933-2025)
José Luis Illanes, sacerdote, teólogo y profesor emérito de la Universidad de Navarra, falleció en Pamplona a los 91 años. Illanes fue una figura clave en la Facultad de Teología, dedicó su vida al estudio del pensamiento cristiano contemporáneo y al impulso de la investigación sobre el Opus Dei y su fundador.

25 | 04 | 2025
José Luis Illanes Maestre nació en Sevilla el 26 de diciembre de 1933, en una familia cristiana. Inició sus estudios en Derecho en la Universidad de Sevilla, influido por la profesión de su padre, abogado y político. En 1955, con 22 años, pidió la admisión en el Opus Dei, hecho que marcó un giro decisivo en su vida. Como él mismo expresó, encontró en el espíritu del Opus Dei una síntesis profunda entre lo humano y lo cristiano, que dio un nuevo sentido a su fe y a su vocación profesional.
En 1956 se trasladó a Roma, ciudad con la que mantuvo de por vida un vínculo duradero. Allí obtuvo la licenciatura y el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense, donde tuvo como profesores a destacados teólogos de la época. Su tesis doctoral, centrada en Jacques Maritain, abordó el humanismo cristiano, una temática que recorrería toda su trayectoria intelectual. Fue ordenado sacerdote en 1960 y comenzó su docencia en el Colegio Romano de la Santa Cruz, especializándose en Teología Fundamental y Dogmática.
César Izquierdo, profesor emérito de la Facultad de Teología de la Universidad de la Navarra, destaca que durante los años del Concilio Vaticano II —que Illanes siguió de cerca—, “apreció que el concilio venía a consolidar un modo de hacer teología en estrecha conexión con la vida de la Iglesia”. En coherencia con esa visión, sus primeras publicaciones se centraron en temas como la teología del trabajo y la santificación en medio del mundo, que se convertirían en ejes fundamentales de su pensamiento. En 1966, participó en el Congreso de Teología del Vaticano II, compartiendo mesa con algunas de las figuras más relevantes de la teología contemporánea.
Una mente que abarca lo infinito, un corazón que acoge lo cotidiano
Luego de sus años en Roma, José Luis Illanes se incorporó en 1970 a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Durante más de tres décadas desarrolló una intensa labor docente en las áreas de Teología Dogmática, Teología Fundamental y Teología Espiritual. Además, fue decano de la facultad entre 1980 y 1992, etapa en la que consolidó su perfil como pensador riguroso y guía académico.
Su dedicación al estudio se reflejó en su capacidad para abordar los grandes problemas filosófico-teológicos de nuestro tiempo, siempre con un profundo sentido eclesial y una constante preocupación por la vida cristiana en sus diversas dimensiones. A través de sus casi 400 publicaciones académicas, Illanes buscó integrar fe y razón, teoría y vida cotidiana, creando un puente entre el pensamiento teológico y la experiencia humana.
César Izquierdo ha subrayado cómo en sus textos "se descubre una gran cercanía a la teología europea del siglo XX y una preocupación muy especial por todo lo que tiene que ver con la condición cristiana en sus diversas vertientes. Todo ello penetrado de un profundo sentido eclesial, cuyo significado último se ha visto sin duda nutrido por sus ocupaciones pastorales, su condición sacerdotal, la labor docente y sus responsabilidades directivas en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra".
Entre sus obras más destacadas figuran La santificación del trabajo y Cristo, esperanza del mundo, así como numerosos artículos especializados sobre teología espiritual, laicidad y misión cristiana.
Como recuerdan varios de sus alumnos, su tarea no se limitó al ámbito académico. Siempre mostró un genuino interés por formar a las nuevas generaciones, acompañándolas de cerca, orientándolas en sus estudios y animándolas a ampliar horizontes mediante estancias formativas en el extranjero.
Su labor en la Iglesia
La actividad teológica de José Luis Illanes trascendió los límites del aula. Participó como miembro del Consejo Presbiteral de la Archidiócesis de Pamplona durante varios años. Además, de 1987 a 1990, fue miembro de la Comisión Organizadora del Sínodo Pastoral de la Iglesia en Navarra y colaboró con diversas comisiones de la Conferencia Episcopal Española y del Vaticano.
Además, impartió cursos y conferencias en numerosos países de Europa y América Latina, especialmente en seminarios y centros de formación sacerdotal. A lo largo de su vida, fue miembro activo de varias asociaciones teológicas internacionales, donde aportó con claridad y profundidad su visión sobre la vocación cristiana y la santidad en la vida ordinaria.
Crear espacios para pensar juntos
Otro de los ejes fundamentales de la actividad intelectual de José Luis Illanes fue el estudio del carisma fundacional del Opus Dei y su lugar en la vida de la Iglesia. En los años noventa impulsó la creación del Centro de Estudios Josemaría Escrivá (CEJE), con el objetivo de promover la investigación científica sobre el Opus Dei, su fundador y sus miembros.
Federico Requena, uno de los primeros en sumarse al equipo, recuerda que “el CEJE había comenzado pequeño, pero en la mente de Illanes estaba llamado a crecer”. A lo largo de los años que estuvo al frente del centro, Illanes no solo supo reunir un equipo sólido, sino también hacerlo funcionar con eficacia. Requena destaca que “seguramente, todos pudimos apreciar su capacidad de escuchar, de sacar lo más positivo de cada uno y de hacer participar a todos con iniciativa. Igualmente evidentes eran su rapidez, concisión y orden en el modo de afrontar los trabajos y, al mismo tiempo, su capacidad de crear una atmósfera distendida y de confianza”.
También resalta su actitud ante las dificultades: “Su permanente buen humor y su capacidad de quitar dramatismo a los problemas y dificultades que se presentaban contribuían notablemente a ello. Al mismo tiempo, he de reconocer que, en algunas ocasiones, esa visión positiva me resultaba excesiva y, más de una vez, venía a mi mente la idea de que D. José Luis era especialista en perseguir la cuadratura del círculo”.
En esa misma línea, Requena señala la importancia que Illanes daba a los momentos conviviales, como las comidas de trabajo, que eran habituales en el CEJE: “A lo largo de estos años han sido innumerables los encuentros de este tipo, que habitualmente estaban en la base de nuevos proyectos y de nuevos contactos”.
Santiago Martínez, que se incorporó al CEJE en 2008, también evoca la empatía de don José Luis, su talante acogedor, su amplitud de miras y una gran capacidad de trabajo, que supo mantener hasta casi el final de su vida. “Desde el principio de nuestro trato aprecié su facilidad para hablar (a toda velocidad, eso sí), para trasladar al papel sus ideas (fue un escritor prolífico), su simpatía arrolladora, su convicción y firmeza para argumentar y rebatir amablemente los puntos de vista ajenos y, muy especialmente, para encontrar en el diálogo y en la acción elementos comunes que uniesen. Un hombre con una poderosa capacidad integradora, que le sirvió para crear equipos y líneas de trabajo que se mantienen una vez que él cedió el testigo a otros”.
A la existencia del CEJE se sumó, desde el final de los años 90, una comisión creada para fomentar estudios sobre san Josemaría, como preparación al centenario de su nacimiento en 2002. A partir de su experiencia y los trabajos en curso, José Luis Illanes propuso al Prelado de la Obra, Javier Echevarría, la creación del Instituto Histórico San Josemaría (ISJE), que este erigió con fecha 9 de enero de 2001. Y, desde entonces, el CEJE se convirtió en una sección del ISJE.
El mismo José Luis Illanes comentaba en una entrevista que de la “multitud de ideas propuestas, la más clara y apoyada fue crear una revista que diese cuerpo al Instituto, promoviese entre la gente de la Obra el interés por las investigaciones históricas sobre el Opus Dei y ofreciese a los historiadores un punto claro de referencia para el conocimiento de la historia de la Obra”. Así fue que comenzó a trabajar, junto a un grupo de historiadores en la preparación de Studia et Documenta, una revista que se ha convertido en un espacio para la publicación de estudios sobre la historia del Opus Dei, su fundador, miembros y del contexto eclesial y cultural.
A lo largo de su vida, José Luis Illanes no solo pensó y escribió mucho sobre la vocación cristiana: también la vivió con profundidad, discreción y constancia.
Más allá de sus numerosas publicaciones y proyectos, supo tejer comunidad. Con su estilo cercano y su visión amplia, fue sembrando inquietudes, acompañando búsquedas y creando las condiciones para que otros pudieran pensar, escribir y dialogar sobre los grandes temas de la vida cristiana. Su vida es testimonio de cómo una vocación teológica puede abrir caminos, tender puentes y generar espacios donde fe, razón y vida se encuentren fecundamente.