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Las mujeres europeas comen mejor que los hombres

Estudio sobre los hábitos alimentarios en el que participaron dos expertos de la Universidad de Navarra

24/03/00 16:00

¿Qué y cómo comen los europeos? La respuesta la tienen dos profesores de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Martínez-González y Alfredo Martínez que, junto con otros expertos de 17 países, elaboraron un estudio sobre la disparidad en las costumbres alimentarias de la Unión Europea. Una de las investigaciones en las que se basó el trabajo, financiado por la Unión Europea, analizaba los hábitos alimentarios en Navarra.

Además, entre el 23 y el 26 de marzo la Unidad de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Navarra fue la sede de la reunión plenaria final del grupo que ha trabajado en este estudio. La investigación aprovechó las encuestas de presupuestos familiares europeas para analizar el consumo de alimentos y nutrientes que tienen más relación con la salud. La Unidad de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Navarra participó en el Comité Directivo de este proyecto y realizó el análisis estadístico combinado ("metanálisis") de todas estas encuestas.

El objetivo principal del estudio ha sido mostrar el vínculo entre factores socioeconómicos, demográficos y costumbres alimentarias para dar una visión global de la disparidad europea en este aspecto.

La población de clase alta tiende a seguir una dieta más sana

La principal conclusión que se extrae del estudio es que las costumbres a la hora de comer están vinculadas con las diferencias socioeconómicas y educativas de cada país. Así, la población de clase alta tiende a seguir una dieta más sana. Además, las personas con altos niveles de educación consumen más frutas y verduras, y menos grasas.

Los hábitos también varían según las regiones: por ejemplo, las diferencias en cuanto a la ingesta de verduras entre gente con niveles altos y bajos de educación no son tan pronunciadas en el sur de Europa como en el norte. Además, en el norte se come más mantequilla, productos elaborados con leche y grasas animales.

Esta dieta es similar a la del este, excepto en la ingestión de mantequilla. En el sur se consume menos grasa de origen animal y más frutas y verduras. Ya en el oeste, los patrones alimentarios constituyen un punto intermedio entre las costumbres del este y el sur.

De la investigación también se deduce que las mujeres europeas comen mejor que los hombres, pero los factores determinantes de comportamiento son muy diferentes: para los hombres, el consumo de verduras depende de la clase social, mientras que entre las mujeres influye más la región geográfica. Así, los varones de clase social alta y las féminas del sur de Europa comen más verduras.

Según el Miguel Ángel Martínez-González, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, "un estudio más completo requeriría mayor concreción de los datos, como una información más precisa sobre la comida de cada país y su relación con otros comportamientos, como practicar deporte, fumar, beber más o menos alcohol... No obstante, los resultados son básicos para llevar a cabo políticas de nutrición educativas en los países que más las necesitan".

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