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Miguel Gómez se graduó en 2012 en la Facultad de Medicina y en la actualidad es residente de Cirugía Plástica en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Recientemente, visitó la Universidad de Navarra para estar con sus antiguos profesores y de paso contar a los alumnos porqué es importante para un médico español presentarse al USMLE. En esta entrevista nos lo cuenta.

Has venido a la Universidad para hablarles a los estudiantes sobre las ventajas para un médico español de presentarse al USMLE, ¿tú por qué lo hiciste?
Conocí esta prueba gracias a mi hermano, también antiguo alumno, y tras informarme,  me propuse presentarme para poder realizar un programa de especialización o fellowship en Estados Unidos. Además, pensé que preparar el Step 1 en el verano de quinto a sexto me ayudaría a conseguir mejor resultado en el MIR, que en mi caso era esencial para poder hacer la especialidad que siempre quise, Cirugía Plástica.

Ahora, tras superar con éxito estas pruebas, ¿qué otros consejos darías a los alumnos?
Que disfruten y aprovechen cada momento. Cada etapa es especial y única. Es muy importante conocerse bien y saber qué es lo que se quiere hacer en la vida. Sentarse un día, reflexionar y preguntarse, ¿cómo me veo en diez años? Para llegar a esa meta, ¿qué debería hacer este año?, ¿y este mes? Hasta llegar al presente y trabajar para que se hagan realidad esos objetivos. Que no pierdan de vista al paciente como centro de su profesión. Planificarse y trabajar día a día es fundamental.

En este sentido, ¿cuáles crees que deben ser las cualidades de un buen médico?
Son esenciales la generosidad absoluta y rigurosa moralidad. Saber comunicar y tener un carácter docente e investigador son puntos que en ocasiones descuidamos por la agitada actividad asistencial pero que también son muy importantes, por eso es vital el entusiasmo en nuestra profesión. Por supuesto, todo ello sin compañerismo y humildad cae por su propio peso. 

¿Cómo te ves tú en el futuro como médico?
Me veo trabajando como cirujano plástico, ayudando a mis pacientes a recuperar la mayor normalidad tanto en la forma como en la función de su cuerpo, tratando de corregir anormalidades de origen congénito o adquirido. Me encantaría poder trabajar en Estados Unidos o en España después de recibir formación allí. Y si además de todo eso puedo seguir colaborando con mi alma máter, mejor.

Finalmente, por alusiones, ¿qué te aportó estudiar en la Universidad de Navarra?
Creo que no nos damos cuenta mientras estamos estudiando pero en la Facultad no sólo se preocupan de hacernos crecer como profesionales sino también como personas, y cuando se da el salto a la actividad profesional eso se nota mucho.