“El trabajo en equipo de los especialistas que me han tratado en la Clínica me generó mucha confianza"
"El trabajo en equipo de los especialistas que me han tratado en la Clínica me generó mucha confianza"
Andrés Piñón, que padecía apnea obstructiva del sueño, es el primer paciente intervenido en España mediante cirugía robótica transoral
Cuatro días después de la cirugía robótica transoral (a través de la cavidad oral) que le efectuaron en la Clínica Universidad de Navarra los doctores Baptista y Alcalde, Andrés Piñón Sequeira, empresario brasileño de 38 años, ya dormía siete horas de tirón. Este paciente llevaba cuatro años con una necesidad de sueño de 12 horas diarias que, además, no le procuraban un descanso suficiente. Tras pasar por varios especialistas en Río de Janeiro (Brasil), su ciudad natal, le diagnosticaron un Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño. El tratamiento que finalmente le indicó un neumólogo en su país fue el CPAP, un equipo que emite aire a presión positiva, facilitando la respiración nocturna. Sin embargo, Andrés no consiguió tolerar bien el uso de este dispositivo.
Para el paciente brasileño, las consecuencias de la enfermedad se tradujeron en una somnolencia diurna permanente con fatiga crónica asociada, lo que le impedía trabajar en condiciones adecuadas, así como desarrollar una vida familiar y social normalizada. "Antes, dormía hasta 12 horas diarias. No podía trabajar ni tampoco tenía energía para jugar con mis dos hijos que todavía son pequeños, una niña de de 8 años y un niño de 5. A pesar de tantas horas de sueño todavía seguía sintiéndome cansando", advierte.
Tras varios años arrastrando el problema, Andrés, de madre brasileña y padre español, encontró la solución a través de un familiar, una prima que le aconsejó acudir a la Clínica Universidad de Navarra por tratarse de un centro de referencia en el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño.
- Sufrió durante años un sueño poco reparador que le limitaba mucho la vida.
Al final, me la limitaba tanto que mi estado de ánimo también se resintió. Por eso, en Brasil me prescribieron medicación para la depresión. Este tratamiento hizo que algunos médicos atribuyeran la somnolencia y el cansancio a los efectos secundarios de los fármacos que tomaba para la depresión. De este modo, los médicos que me fueron viendo en Brasil no se ponían de acuerdo. Unos opinaban una cosa y otros otra y yo tenía que decidir. Por eso, cuando vine a la Clínica el trabajo en equipo y las decisiones conjuntas, con todos los especialistas de acuerdo, me resultaron muy satisfactorios.
- Una prima suya de Galicia, paciente de la Clínica, fue quien le informó de que aquí contaban con tratamientos muy avanzados para su dolencia.
Con esta recomendación familiar nos pusimos en contacto con la Clínica donde nos dieron cita. Entonces vinimos desde Brasil. Me vieron especialistas en Neurología, Neurofisiología y Otorrinolaringología, especializados en trastornos del sueño. Me quedé muy satisfecho porque después de hacerme un estudio polisomnográfico, el equipo de especialistas me aconsejó la cirugía como tratamiento más adecuado para mi caso. Y todo este proceso de trabajo en equipo es lo que me ha dado en todo momento mucha confianza.
- Además, le indicaron un procedimiento quirúrgico nuevo, la extirpación de parte la amígdala lingual y de la base de la lengua mediante cirugía robótica.
Sabía que me iban a operar con el robot Da Vinci, que era un equipo muy avanzado que tienen pocos hospitales. Me dijeron que para esta área anatómica era la primera vez que se utilizaba en España. En Brasil no me indicaron en ningún momento esta operación para solucionar mi problema de apnea.
- Con este equipamiento robótico, ¿cómo han transcurrido la intervención y el postoperatorio?
La cirugía duró menos de una hora y después, pasé una noche en la UCI y, en total, sólo cuatro días ingresado.
- ¿Advierte ya algún cambio? ¿Duerme mejor a raíz de la operación?
Durante los días posteriores a la operación ya noté que mi respiración era distinta. Ya no se me alteraba el sueño. Antes dormía 12 horas y a partir de la operación duermo 7 horas seguidas y me siento descansado. Siento un poco de dolor en la zona de la intervención pero me han dicho que es lo habitual en el postoperatorio. Durante el día me siento mucho más activo. Cuando vuelva a Brasil y empiece a desarrollar mis actividades normales comprobaré del todo los efectos beneficiosos de la operación. Pero puedo decir que ya los he notado.
-¿Cómo prevé su vida a partir de ahora, su futuro inmediato en Río de Janeiro?
Mis dos hijos todavía son pequeños y tienen mucha energía. Me gusta mucho jugar con ellos. Aunque son niños, ellos ya se daban cuenta de mi cansancio. Era una situación que repercutía en todos los aspectos de mi vida. Cuando uno está muy cansado, el trabajo no se hace con tanto gusto. Hay mucha diferencia al desarrollar cualquier tipo de actividad. En mi caso, como trabajo para el negocio familiar, para mí mismo, soy yo quien percibe directamente si la calidad de lo que hago es buena o no. Pienso que ya he resuelto la parte psicológica que me hacía sentir muy mal por no producir como que debía. Creo que, a partir de ahora, cuando vuelva a Brasil mi vida va a cambiar en todos los aspectos, en el trabajo, con la familia y con las amistades, en todo en general.