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Antonio Monge: "El medicamento es el gran invento del siglo XX"

Antonio Monge Vega, catedrático de Química farmacéutica de la Facultad de Farmacia, impartió su última clase, con motivo de su jubilación, el pasado 30 de abril.

15/05/13 10:06 Laura Latorre
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Antonio Monge
FOTO: Manuel Castells

Acompañado de alumnos, profesores del departamento, doctorandos, junta directiva, compañeros de claustro y familiares. Monge impulsó la creación del Centro de Investigación en Farmacobiología Aplicada (CIFA), de la Unidad de I+D+i de Medicamentos, y dirige el Máster en I+D+i de Medicamentos de la Universidad.

-¿Cómo fue su llegada a la Universidad hace ahora 46 años? ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Llegué a la Universidad en octubre de 1967 y tuve la oportunidad de escuchar al Fundador en la "homilía del campus". Con el tiempo, fui consciente de la fortuna de poder asistir a esa Misa. En estos años la Universidad ha cambiado en muchos aspectos pero de forma ordenada. Ya no es la institución en la que todos nos conocíamos; el espíritu de aventura permanece aunque de forma distinta. Por otro lado, la preocupación económica se tenía pero sabíamos, como ahora, que con el buen trabajo y el esfuerzo de todos se sale adelante.

 

-¿Qué es lo que más destacaría de su trayectoria docente e investigadora? ¿Alguna anécdota que recuerde con especial cariño?
Mi actividad docente e investigadora ha estado siempre centrada en el medicamento que es, por otra parte, el gran invento del siglo XX. Con otros investigadores fundé la Sociedad Española de Química Terapéutica de la que fui su segundo Presidente nacional. También tuve la fortuna de crear la asignatura de Química Farmacéutica de la que fui su primer profesor en España, siendo la Universidad el primer centro en incorporar esta asignatura en su plan de estudios. Ahora se encuentra en todas las universidades. Más tarde, tuve la oportunidad de introducir estos estudios en América Latina, habiendo sido profesor en 37 universidades de 14 países.

Con IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada) colaboré en el estudio de esta disciplina en ocho países, desde Alemania a Japón. Mi investigación se ha realizado de acuerdo con los proyectos que íbamos consiguiendo: así, he pasado desde la hipertensión al cáncer, etc, para centrarme, en los últimos años, en las enfermedades olvidadas.

- Visionario de su tiempo, impulsa el Centro de Investigación en Farmacobiología Aplicada, CIFA y, de forma paralela, el Máster en I+D+I de Medicamentos, de los que es director ¿Cómo ha compaginado estas dos tareas tan dispares aparentemente?
CIFA surge en un momento en que se iniciaba en la Universidad de Navarra y en España la I+D del Medicamento. La idea clave era coordinar esfuerzos de las distintas facultades y de la Clínica en este tema, dotando al centro de técnicas e instalaciones que no estaban presentes en otros centros de la Universidad, tales como Técnicas Instrumentales, Animalario, Toxicología, Fase I (Farmacología)o  Gestión de Calidad. El objetivo era que el centro fuese homologado para los estudios de I+D+I de medicamentos, lo que se logró convirtiendo a la Universidad en la primera española, y una de las pocas europeas, dotadas de un centro con estas características. Se lograron importantes contratos de investigación con grandes compañías farmacéuticas como UPJOHN; o europeas como ZENECA. Algunas mantuvieron contratos durante más de quince años, como SERVIER. También se firmaron contratos importantes con empresas españolas como VITA.

Un segundo avance para CIFA fue ser incubadora de I+D+I de empresas relacionadas con la farmacia. Es el caso de VISCOFÁN que se mantiene desde hace 25 años. Es muy significativo e importante para la Universidad y creemos que también para la empresa.

La tercera actividad, consecuencia de lo anterior, era la docencia, dirigida a la I+D+I del medicamento. El medicamento solamente es tal cuando se vende en la farmacia y este es el mensaje. Importan las ideas pero solo es medicamento cuando hay un producto capaz de hacer recuperar la salud perdida o evitar perderla. En este sentido, era importante desarrollar una serie de cuestiones que no se consideraban entonces o había que ampliar. Temas tan importantes como la toxicología, los registros o el control de calidad. Otros, relativos a la organización, como el proyecto, la mirada externa, el marketing, la creación de empresas…
En cuanto al MIDI (Máster en I+D+I de Medicamentos), considera todo esto y presenta un grado de originalidad e interés que la sociedad ha valorado, como demuestran las solicitudes que cada año se reciben para realizar el programa que la Facultad de Farmacia acogió e impulsó.

-  ¿Cómo han evolucionado los estudios y la investigación en su área desde su incorporación al centro?
Han evolucionado mucho las técnicas instrumentales. Hay una aportación relevante de la biología y la información, pero los resultados son los que son. Pese a multiplicar los esfuerzos inversores en I+D+I cada año, el número de productos nuevos que aparecen en el mercado es constante. La cuestión es simple: información y conocimiento no son la misma cosa. Hay inflación de información sin valorar adecuadamente.

Nosotros decimos que las ideas y las teorías resultan necesarias. Pero no hay medicamentos mientras no hay un producto en el mercado. Lo mismo se puede decir de las patentes: hay un gran número de patentes presentadas, pero solamente son importantes aquéllas que están en desarrollo y éstas son muy pocas.

-Sus continuos viajes y su participación en numerosos proyectos de investigación nacionales e internacionales le han llevado a hacer contactos por todo el mundo…
Mis relaciones internacionales se han planteado especialmente en tres actividades: por un lado, mi pertenencia al comité de Medicinal Chemistry de IUPAC, que nos reúne todas las primaveras en USA y los otoños en algún otro país del mundo. En esta comisión he tenido la oportunidad de estudiar mi materia con un sentimiento universal, representando fundamentalmente a mi país del que era único investigador en el comité y, en general, a todos los hispanohablantes. En estos momentos, estamos completando el proyecto de formación de una red latinoamericana de enfermedades olvidadas.  

Una segunda actividad internacional ha sido la dirección del proyecto de I+D+I de medicamentos en América Latina de CYTED, que unía a 14 países y varios cientos de investigadores de cincuenta universidades.

Una tercera actividad la he desarrollado como editor asociado de EUROPEAN JOURNAL OF MEDICINAL CHEMISTRY de la editorial ELSEVIER. He tenido oportunidad, de esta forma, de considerar más de ocho mil trabajos de primera mano que han exigido la colaboración de varios miles de colegas como "referees" de las publicaciones. De esta actividad, fundamentalmente, me queda el trabajo en enfermedades olvidadas y cáncer, muy especialmente en los países de Oriente, sintiendo el impulso de la India, China y otros emergentes.

Por encima de estas relaciones, me gustaría haber sido útil a alguien.

-  ¿Qué recuerdos se lleva de su paso por la Universidad? ¿Cómo vivió el homenaje de sus alumnos y compañeros?
La Universidad forma parte de mi vida y gracias a ella he podido desarrollarme vital, profesional y familiarmente.

 Lo del homenaje fue sorprendente, inesperado y me llegó al corazón. Sentí el cariño de los presentes que estaban ahí sin ningún tipo de protocolo, atendiendo únicamente a la amistad y al cariño.

Cuando pasan estas cosas sencillas hay detrás un enorme esfuerzo de las personas que lo organizaron. Saben de mi afecto.

A la decana, Adela López de Cerain, quiero dejar mi gratitud para que se lo transmita a todos. En la Universidad, he sido querido, comprendido y respetado.
Es momento de reconocer la tremenda colaboración y cariño de mi esposa, Aurora Barrio, sin cuya ayuda no hubiera sido posible hacer nada. También de dar gracias a mis hijos por su apoyo.

- ¿Cuáles son sus planes más inmediatos?
Mis planes inmediatos pasan en primer lugar por disponer de más tiempo para dedicárselo a mi familia. También quiero trabajar en la imaginería colonial de América Latina, muy especialmente por el arte "cuzqueño y quiteño". Asimismo, me gustaría estudiar más las culturas andinas.

Finalmente, trabajaré en el encargo que se nos ha hecho de potenciar la Real Academia Nacional de Farmacia en su misión de servicio a la sociedad, y en encontrar colaboración para sus actividades en empresas y fundaciones. 

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