Una de las sesiones del encuentro inaugural del Atrio de los gentiles. FOTO: Cedida

Dos profesoras del Instituto de Antropología y Ética de la Universidad de Navarra, Carmen Monasterio y Dolores Conesa, han asistido al encuentro inaugural del Atrio de los Gentiles que ha tenido lugar en París el 24-25 de marzo.

El Consejo Pontificio para la Cultura, recogiendo un deseo expresado por Benedicto XVI en el discurso de Navidad a la Curia Romana en 2009, ha promovido la creación de un espacio de diálogo entre creyentes y no creyentes. La iniciativa, que ha recibido el nombre de ‘Atrio de los Gentiles', quiere ser una nueva estructura que abra un lugar de encuentro, diálogo e intercambio, donde puedan expresarse creyentes y no creyentes.

París, ciudad emblemática del laicismo, ha sido elegida como un lugar de fuerte simbolismo para lanzar el acontecimiento inaugural. Allí, en cuatro sedes de especial prestigio -la Unesco, la Sorbona, el Instituto de Francia y el Colegio de los Bernardinos-, han tenido lugar los coloquios donde han participado distintas personalidades del mundo de la cultura alrededor del tema Luz, religión y razón común.

La sesión que se celebró el 24 de marzo en la sede de la UNESCO, ante una nutrida representación de diplomáticos, funcionarios internacionales y representantes del mundo de la cultura, versó sobre el diálogo intercultural. Presentaron el acto Irina Vokova, directora general de la UNESCO; el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo pontificio para la Cultura; y el director general adjunto de la UNESCO, Getachew Engida.

Giuliano Amato, antiguo presidente del Consejo de la República Italiana, subrayó -entre otras cuestiones- que este diálogo intercultural desempeña un papel decisivo en el plano político más fundamental que consiste en vivir juntos en un ámbito de justicia y libertad. Según explicó, el origen de la democracia es la distinción entre el bien y el mal: sin esto la democracia no funciona y la libertad no permanece. Si la libertad no sirve para implantar la justicia -apuntó-, no hay democracia, porque la democracia necesita un fundamento moral. Por eso, recalcó que creyentes y no creyentes tienen en común la tarea de recuperar los fundamentos morales de la democracia que no está fundada sobre el relativismo. La búsqueda del bien común, concluyó Amato, no se puede hacer solos, sino todos juntos sacrificando cada uno un poco de sí.

Al día siguiente, en la Sorbona, hubo un encuentro entre personas del mundo académico universitario, tanto profesores como doctorandos. La sesión se centró sobre el debate entre la herencia de las luces y la herencia de la fe. El filósofo Jean-Luc Marion, que hizo las veces de moderador, expuso la necesidad de reconstruir la cuestión del humanismo. Por su parte, Axel Khan, médico, genetista y rector de la Universidad Descartes, desarrolló la coexistencia de tres perspectivas o tres orígenes de la verdad: la teológica, la metafísica y la científica. Julia Kristeva, semióloga y psicoanalista, puso de relieve que la actual fascinación por la mística revela una deficiencia en el humanismo contemporáneo que busca aquello que no tiene. En su opinión, el humanismo debe ser una escucha individual, en singular, por lo que consideró muy oportuno revalorizar el humanismo del pensamiento judío moderno que habla del otro en singular. Bernard Bourgeois, miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, desarrolló las posibilidades de reconciliación entre razón y fe.

Ese mismo día, el viernes 25 por la tarde, tuvo lugar en el Instituto de Francia una reunión con miembros de la Academia Francesa. Con esto se ha querido enfatizar que si este diálogo que ahora se inaugura quiere aportar frutos y no solo palabras, debe ir hasta las consecuencias concretas de aquello de lo que se habla. La tarea que así se abre a la sociedad exige que esta reflexión se encarne en las prácticas culturales específicas y esto es lo que representa las cinco academias que componen el Instituto de Francia. Por eso en esta sesión se trataron temas como la relación entre economía, ética y finanzas de la mano de Bertand Collomb y Jean-Claude Casanova, miembros de la academia de Ciencias Morales y Políticas. También se dedicó un espacio al derecho y su relación con la multiplicidad de referencias culturales en la que intervinieron los académicos François Terre y Rémi Brague. Las dos últimas intervenciones, de Jean Clair y Claude Dagens, trataron la relación entre arte, culto y cultura.

El último encuentro tuvo lugar en el Colegio de los Bernardinos, donde Patrick de Carolis de la Academia de Bellas Artes moderó una mesa redonda en la que participaron entre otros Emmanuelle Mignon, secretaria general de Europacorp; y Jean Racine, presidente de la Biblioteca Nacional de Francia. En el transcurso de esta mesa redonda tuvo lugar la presentación del proyecto global del Atrio de los Gentiles, que cuenta ya con un buen número de Coloquios científicos programados hasta el año 2013: Tirana, Estocolmo, Praga, Asís, Ginebra, Quebec, Marsella, Moscú, Pavia, Chicago y Washington.

Como señaló el cardenal Ravasi, se trata de ofrecer oportunidades que permitan descubrir lo que ambas partes, creyentes y no creyentes, pueden aportar a las grandes cuestiones como la búsqueda de la verdad o el sentido de la vida. Ahí Ravasi recordó la famosa afirmación de Pierre Reverdy, escritor francés católico: "Hay ateos feroces que se ocupan de Dios con bastante más profundidad que muchos frívolos creyentes". Pero Ravasi añadió que también hay creyentes que se ocupan del hombre y del mundo más que ciertos ateos sarcásticos.