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El cuidado del paciente, la salud pública y los límites de la Biomedicina

Social Trends Institute entrevista a Joseph E. Davis, colaborador del proyecto ‘Cultura emocional e identidad' del ICS, con motivo del nuevo libro ‘To Fix or to Heal', que coedita junto con Ana Marta González

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Joseph Davis FOTO: Cedida
15/01/16 16:34

Ana Marta González y Joseph E. Davis, investigadora y colaborador del proyecto ‘Cultura emocional e identidad' del Instituto Cultura y Sociedad (ICS), que financia Zurich Seguros, son los coeditores del libro To Fix or To Heal. Patient Care, Public Health, and the Limits of Biomedicine.

A lo largo de los ensayos que recoge en torno al cuidado del paciente, la salud pública y los límites de la medicina, el volumen aboga por humanizar las prácticas médicas para responder a los aspectos sociales y del entorno de la salud y la enfermedad, así como de la persona.

Con motivo de la publicación del libro, el centro de investigación Social Trends Institute ha entrevistado a Joseph E. Davis, profesor de Sociología y director de Investigación del Instituto de Estudios Avanzados sobre cultura en la Universidad de Virginia (EE. UU.).

El título del libro es ‘To Fix or to Heal?: Patient Care, Public Health, and the Limits of Biomedicine' (Arreglar o curar: el cuidado del paciente, la salud pública y los límites de la Biomedicina). ¿Qué elección está implícita en la frase ‘arreglar o curar'?

En nuestro libro, ‘fix' (arreglar) alude a un contexto médico reduccionista; ‘heal' (curar), a uno holístico. Usamos esta distinción reduccionismo/holismo para enmarcar un amplio continuo de temas, desde el cuidado del paciente a las disparidades en la salud global. Aunque ningún término tiene un significado unívoco, ‘reduccionismo' significa generalmente aquellas características del modelo biomédico a los que el ‘holismo' se muestra contrario. Estas características incluyen una comprensión mecanicista y estrictamente somática de la enfermedad, una preocupación por curar en detrimento de la prevención, reduciendo el cuidado médico a una mercancía del mercado, y restringiendo la definición del bien humano a términos naturalistas.

El término ‘holístico' con frecuencia se refiere a enfoques médicos ‘alternativos', como homeopatía o el ayurveda. ¿Qué entienden exactamente por ‘holismo'?

‘Holismo' en ese sentido se opone a la medicina convencional y busca reemplazarla. Tenemos en mente un holismo diferente: un conjunto de ideas interconectadas que se articulan en la medicina y las ciencias sociales. El El término ‘Holismo', tal y como lo empleamos, incluye un amplio rango de asuntos sistémicos e integradores: el paciente como persona, los aspectos experienciales del sufrimiento, los determinantes medioambientales de la salud, entre otros. El rasgo común de todos ellos es una comprensión contextual de la causa de la enfermedad, la intervención o la práctica.

¿Cuáles son los ‘límites de la biomedicina' que se mencionan en el subtítulo?

El libro se divide en tres secciones, cada una de las cuales intenta sugerir algunos desafíos a la orientación dominante, ‘arreglar'. La parte 1 se centra en el contexto cultural de la medicina reduccionista y las limitaciones que impone el contexto. La biomedicina es poderosa, pero lo es en parte porque se hace eco de aspectos clave del orden social. Hasta cierto punto, la biomedicina depende de este contexto cultural para mantener dicho poder. Cada vez queda más claro que esa dependencia presenta algunos desafíos a la medicina. Por ejemplo, la biomedicina es profundamente individualista, pero la lógica del individualismo hace más difícil a la medicina resistir al consumismo y defender sus propias metas como profesión ética.

La parte 2 se centra en los límites prácticos de la medicina reduccionista. El modelo biomédico alcanzó su madurez en una era en la que dominaban las enfermedades infecciosas; la orientación de una cura específica para una enfermedad específica era apropiada para ese tipo de patologías. Pero las enfermedades crónicas que ahora causan la muerte de la mayor parte de los occidentales no pueden explicarse en términos deterministas y monocausales. Asimismo, los avances en gran parte del mundo ponen en duda el aparente éxito de la biomedicina.  Desde el creciente coste de la atención médica al inesperado resurgimiento de enfermedades infecciosas, más que nunca nos enfrentamos a la necesidad de enfoques holísticos. A la luz de un mundo globalizado, los enfoques unidimensionales y reduccionistas parecen anacrónicos.

La parte 3 aborda los límites del actual discurso ético sobre biomedicina. La salud y la enfermedad son cuestiones tanto públicas como privadas, y los interrogantes éticos no se pueden erradicar de la medicina. El gran atractivo cultural del enfoque biomédico reduccionista era en parte que se podía evitar el embrollo de las preguntas morales, o que al menos así lo parecía. De hecho, el modelo biomédico se apropiaba de numerosas convicciones morales sin examinarlas siquiera. El lenguaje de la salud puede convertirse en una ideología represiva, y la salud casi se ha convertido en sinónimo de la buena vida. Se necesita un importante trabajo de la ética para sonsacar las asunciones contextuales de la biomedicina, haciéndolas más transparentes y abiertas al debate.

La entrevista completa en la web de Social Trends Institute

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