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Entrevista con Jorge Iriarte, nuevo decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra

El plan de internacionalización de la Facultad o el proceso de Bolonia figuran entre sus retos más relevantes

14/09/10 10:17
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Jorge Iriarte. FOTO: Manuel Castells

El doctor Jorge Iriarte, del Servicio de Neurofisiología, ha sido nombrado recientemente decano de la Facultad de Medicina, en sustitución de la doctora Pilar Civeira. El nuevo cargo le ha llegado 'por sorpresa' y con importantes retos sobre la mesa, como la internacionalización de la Facultad o la adaptación al Plan Bolonia, que exige a los médicos dedicar más tiempo a la enseñanza práctica.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta como decano de la Facultad de Medicina?
Llevo seis años con encargos de la Facultad de Medicina, aparte de las clases que me tocaba impartir. He sido coordinador de sexto curso, adjunto al vicedecano de estudiantes, y finalmente vicedecano. He tenido, por ello, la oportunidad de hablar con varios cientos de alumnos sobre la facultad, y eso me ha dado luces sobre aspectos mejorables. No cabe duda de que, aunque las cosas están y van bien, hay que seguir mejorando a todos los niveles, en el profesorado, alumnado, antiguos alumnos, en calidad de docencia y en investigación. Estamos en plena implantación del nuevo plan de estudios siguiendo las directrices de Bolonia, y esto exige implicar más a todos los profesores en la docencia. Puede parecer una paradoja pero para que el alumno realmente sea protagonista de su propia formación es necesario la dedicación de los docentes. Como recuerda el rector, por ahora hemos sobrevivido, que no es poco. En cuanto a alumnos, nos interesa que sean mejores tanto en lo técnico como en lo humano. Es importante que logren éxito en el MIR, en la formación clínica y científica, que adquieran competencias, pero también que sean responsables, pues la sociedad espera mucho de ellos.

¿Cómo se va a lograr mejorar el nivel de los alumnos?
Para ello, hay varias asignaturas más humanísticas y una gran insistencia en la Ética y Bioética, así como la adquisición de los valores de la profesión médica y competencias transversales. Por otro lado, potenciar y facilitar la relación bidireccional con los graduados de la Facultad es uno de los objetivos que se han considerado prioritarios. El año pasado tuvimos dos reuniones con antiguos alumnos -una en Madrid y otra en Nueva York- y tenemos que organizar más. Además tenemos otros retos generales de la universidad, que son aplicables a todas las carreras: la internacionalización, el bilingüismo, la innovación, etc.

¿También los médicos están notando la adaptación al Plan Bolonia?
Con el Plan de Bolonia ya ha tenido lugar un cambio que muchos han notado. En la segunda semana de este curso han comenzado las prácticas en el nuevo Centro de Simulación. Por las tardes hay 100 alumnos de tercer curso en distintos talleres, y allí les atienden diez residentes de distintas especialidades y varios colaboradores. A lo largo del año, prácticamente todos los residentes van a dar sesiones de prácticas, varias horas durante 1 ó 2 semanas. La colaboración de los residentes y de los especialistas en la docencia del Grado de Medicina se realiza desde hace dos años sobre todo en asignaturas con un gran contenido práctico: en 1º "Iniciación a la Clínica (residentes" y en 2º, " Preclínica" con especialistas. Los médicos que participan en la docencia han recibido formación específica tanto desde el punto de vista de la metodología como de los contenidos y la evaluación de los resultados desde todos los puntos de vista ha sido muy satisfactoria. La mayoría de los médicos de la Clínica son además asesores o tutores clínicos de estudiantes. Tienen 4 ó 5 estudiantes a su cargo. Antes les veían una vez al mes para asesorarles sobre temas de la carrera; ahora además deberán dirigirles el Trabajo Fin de Grado que supone 6 ECTS. Esto también va a suponer más trabajo. Sí, todos vamos a tener que trabajar más, pero a la vez pienso que nos motiva y hace más agradecido el trabajo habitual.

¿Esta participación motiva a los residentes?
Por el momento, la respuesta es estupenda. Están muy motivados y disfrutan, pero también les cuesta esfuerzo, pues tienen que prepararse y dar la sesión delante de 20 estudiantes. Lo importante es que, además, es formativo para los propios residentes. Pienso que los estudiantes que ven a los residentes en estos talleres pueden descubrir otra ventaja para quedarse en la Clínica para hacer la especialidad. A muchos les atrae enseñar y aquí los residentes ya enseñaban, pero, a partir de ahora, van a estar más implicados todavía en la docencia. El enseñar, forma. La docencia nos tiene que llevar a trabajar mejor: asistencia y docencia se deben empujar una a la otra. Tener estudiantes al lado a veces nos supone un trabajo de más, pero nos motiva, nos hace trabajar mejor, y también disfrutar.

¿Cómo se va a conseguir avanzar en la internacionalización?
El objetivo es que haya más enseñanza en inglés y aumentar la disponibilidad de prácticas en países de habla inglesa. La asignatura de "Preclínica", con sesiones en grupos de 10 alumnos, puede darse en castellano o en inglés, según elija el estudiante. El año pasado, 30 alumnos eligieron grupo en inglés, y hubo que empujarles a que se lanzaran a hacerla en inglés porque supone mucho más esfuerzo. Este año son 70 y esto supone un nuevo reto. Mi pronóstico es que, dentro dos años, la gran mayoría querrán recibir la asignatura en inglés. Por otra parte, hay que buscar lugares de prácticas en otros países. Nuestros alumnos pueden ya hacer prácticas en varios hospitales de Inglaterra y EEUU. Ahora mismo, estamos en trámites para que puedan ir a otros dos hospitales de Chicago (Rush University, Loyola), y a la clínica Mayo de Rochester. También estamos estudiando la posibilidad de aumentar el número de profesores visitantes.

A nivel personal, ¿cómo le sentó el nombramiento como decano de la Facultad de Medicina?
Para mí no ha sido fácil. Una de las razones que me dificultaban el aceptar el este encargo era saber quiénes me han precedido: don Juan Jiménez Vargas, don Eduardo Ortiz de Landázuri, don Fernando Reinoso, don Gonzalo Herranz, don Jesús Vázquez, don Pedro Gil y la doctora Pilar Civeira. Mi preocupación es comprensible...

¿Alguno de sus predecesores le ha dado algún consejo?
He hablado bastante con la doctora Civeira. A D. Pedro Gil y D. Gonzalo Herranz les saludé brevemente. Lo que me han dicho es que hay que delegar funciones y escuchar, escuchar mucho antes de decidir. Por otra parte, tengo que seguir con mi labor asistencial, no debo desentenderme de mi tarea clínica.

Sin olvidarse de sus aficiones…
Sí, hay que cuidar la salud, de mente y cuerpo. Deporte, excursiones... Otra forma de descanso es ir semanalmente a Cáseda, a ver a la familia... todo un cambio de ambiente.

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