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Talento, ciencia y compromiso: los tres ejes de la Estrategia de la Universidad para el periodo 2025-2030

María Iraburu: “Queremos que los resultados de nuestra investigación lleguen a la ciudadanía y contribuyan a una sociedad menos polarizada y más reflexiva”


FotoManuel Castells/La rectora María Iraburu se dirige a los asistentes durante el acto de apertura de curso de la Universidad, que se ha celebrado en el Aula Magna.

12 | 09 | 2025

La rectora María Iraburu ha avanzado hoy algunas de las líneas que definen la Estrategia de la Universidad para el periodo 2025-2030. Una estrategia que combinará “continuidad y novedad” y que ha presentado durante la apertura oficial del curso 2025-26, en un acto que ha reunido en el Aula Magna a las principales autoridades, además de profesores y estudiantes.

“En sus más de 70 años de vida la Universidad ha crecido y ha dado lugar a distintos centros e iniciativas, y podríamos pensar que ya es un proyecto cumplido. Pero la realidad es que está todo por hacer”, ha señalado.

La rectora definió los tres ejes del plan, que lleva por título “Una universidad para todos: talento, ciencia, compromiso”. Respecto al primero, ha afirmado que en un tiempo de la llamada “crisis del talento”, el objetivo de la Universidad es ofrecer a profesores, investigadores y especialmente a estudiantes, “un entorno que les ayude a desplegar todas sus potencialidades”. En otras palabras, “un proyecto educativo que haga de ellos verdaderos universitarios y los profesionales competentes, comprometidos y generadores de paz que necesita nuestro mundo, donde tantas veces parece triunfar el lenguaje de la guerra”. 

En segundo lugar, ha hablado de la ciencia y el conocimiento, “aportación clave de la Universidad, no siempre suficientemente apreciada y últimamente denostada en algunos ambientes y países”. “Apostar por la investigación es apostar por el futuro, y es propio de instituciones y personas con visión”, ha subrayado María Iraburu. El conocimiento, la sabiduría, agregó, permiten sentirse “y actuar como ciudadanos libres, que saben dónde están y a dónde se dirigen, que no ceden al miedo, a la pasividad o al desánimo”.

“Vivimos en un mundo complejo -ha continuado la rectora- y sabemos que no hay respuestas únicas ni simples a los problemas. La investigación nos permite adentrarnos en esa complejidad confiadamente, sin agendas partidistas o ideas preconcebidas; hacer aportaciones desde el rigor de la ciencia y con la visión ampliada de la interdisciplinariedad”.

Investigación: terapias avanzadas, trabajo, verdad, medioambiente…

En la nueva estrategia, la Universidad se centrará en varias líneas de investigación, entre las que destacan las terapias avanzadas para cáncer y otras enfermedades, la teología del trabajo, el papel de la familia, el valor de las profesiones del cuidado, el envejecimiento o la presencia de la verdad a través de una información rigurosa. También en temas relacionados con biodiversidad y medioambiente. “En este año marcado por inundaciones y fuegos”, ha dicho, “pienso en la importancia de la investigación que se llevará a cabo en el centro BIOMA y la necesidad de contribuciones científicas sin sesgos ni aprioris”.

Finalmente, ha destacado el compromiso en ámbitos en los que la Universidad pretende ser referente y tener “un especial impacto social”. Estas esferas serán cuatro: la irrupción de la IA en los entornos profesionales y en concreto en la Universidad, con el fin de integrarla en el aprendizaje de forma ética, crítica y sobre todo significativa; la ética de las profesiones, un ámbito “que nos interpela tanto por nuestra dimensión humanística como por nuestro vínculo con el mundo de la empresa”; la educación de la ciencia y educación ambiental, a través de la actividad del Museo de Ciencias del centro BIOMA, “cuyo proyecto aspira a mejorar la educación científica en todos los niveles educativos y a fomentar vocaciones STEM en niños y niñas”; y la comunicación de la investigación, para que la Universidad tenga “mayor presencia e impacto en los debates contemporáneos, llenos a veces de ruido poco significativo” y contribuya a “una sociedad menos polarizada y más reflexiva”.

Para llevar a cabo esta Estrategia en los próximos 5 años, la rectora propuso mirar a los jóvenes: “No les hemos dejado un mundo fácil, lo palpamos cada día. Trabajemos por ellos y con ellos para construir, de verdad, un mundo más libre, más humano, menos incierto”.

Educación cívica, clave frente al desafío de la polarización

Tras una Misa en el oratorio del edificio Amigos, oficiada por el arzobispo de Pamplona, Mons. Florencio Roselló, el acto de apertura se ha iniciado con el desfile del cortejo académico, en el que han participado 222 doctores. La parte musical de la Misa y del desfile ha corrido a cargo del coro del Seminario Internacional Bidasoa. Ya en el Aula Magna, el secretario general, Jesús María Ezponda, ha leído un resumen de la memoria académica del curso 24-25, y a continuación, la profesora de la Facultad de Educación y Psicología Concepción Naval ha pronunciado la lección inaugural, titulada “Carácter y ciudadanía: 10 tesis sobre la educación cívica”.

 “A la luz del panorama actual en el ámbito social y político, es evidente la necesidad, entre otras cuestiones, de fomentar una educación cívica entre los jóvenes, antes, más y mejor de lo que hasta ahora hemos hecho”, dijo en su intervención Concepción Naval, catedrática de Teoría e Historia de la Educación y líder del grupo de investigación ‘Educación, Ciudadanía y Carácter’ de la Universidad de Navarra.

Naval ha sugerido cómo la educación cívica no es un “concepto nuevo”, sino clásico, con profundas raíces en el pensamiento filosófico, político y pedagógico occidental. Sin embargo, ha puntualizado, se observa en las últimas décadas un  creciente interés en distintas partes del mundo “por una educación que suponga una preocupación por el tipo de persona que el alumno es y puede llegar a ser, no sólo como ciudadano, sino como persona”. En este sentido, la catedrática ha afirmado que existe una estrecha relación entre una educación cívica y una moral, dependiente la una de la otra. 

“Mi propuesta es apostar por actitudes sociales, tales como el altruismo optimista, la responsabilidad -tanto social como política-, el respeto, la lealtad y la justicia, apoyadas todas ellas en la libertad personal”, ha afirmado Naval y ha añadido: “Un buen ciudadano sabe y siente que forma parte del conjunto de la sociedad”.

Asimismo, la profesora ha abogado por revisar “la ciudadanía digital”, ya que los medios virtuales se han convertido en “elementos centrales para la participación pública, suponen un modulador relevante de los movimientos sociales y constituyen un canal clave de influencia social y cultural y de comunicación de ideas políticas”.

Al acto asistieron las primeras autoridades navarras, entre las que se encontraban María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra; Unai Hualde, presidente del Parlamento de Navarra; Alicia Echeverría, delegada del Gobierno; Maite Esporrín, vicepresidenta 1ª del Parlamento de Navarra; Ana Ollo, vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera; Juan Luis García, consejero de Universidad, Innovación y Transformación Digital; Carlos Gimeno, consejero de Educación; Fernando Domínguez, consejero de Salud; Garbiñe Bueno, teniente alcalde del Ayuntamiento de Pamplona; Jose Julián Huarte, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, Jaime Goyena, fiscal superior de Navarra y el Defensor del Pueblo, Patxi Vera.

También asistieron el rector de la Universidad Pública de Navarra, Ramón Gonzalo; la directora de la UNED Pamplona, Teresa Imízcoz; el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria; la presidenta del Consejo de Navarra, Ana Clara Villanueva, el presidente de la Cámara de Comptos, Ignacio Cabeza del Salvador, y representantes de los partidos políticos del arco parlamentario y de distintos ámbitos culturales y profesionales.

 

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