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Volver 2014_03_12_FYL_Entrevista a David Ocón

David Ocón: "Hagáis lo que hagáis en el campo cultural, hacedlo con pasión"

En el seminario "Gestión Cultural: una perspectiva internacional", el agente cultural nos proporcionó unas "píldoras formativas" sobre la labor del gestor cultural

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David Ocón durante el seminario. FOTO: Manuel Castells
12/03/14 16:36 Alejandra Silva

En enero tuvimos la oportunidad de recibir una sesión sobre Gestión Cultural de la mano de David Ocón, licenciado en Humanidades por la Universidad de Navarra y fundador y director de una consultoría intercultural centrada en la expansión e implantación internacional de programas culturales y educativos, especialmente en la región Asia-Pacífico. Para seguir profundizando en el tema, unos meses después le hicimos la siguiente entrevista:

¿Qué es la Gestión cultural?

Esencialmente es la administración y la gestión de eventos y organizaciones culturales y artísticas. Estos van desde centros culturales, teatros, museos, compañías de danza y teatro o festivales, hasta centros de diseño, sinfonías y orquestas, entre muchos otros.

¿Qué hace un gestor cultural?

De todo, aunque depende mucho del tipo de organización en el que trabaje. En organizaciones pequeñas puede realizar funciones que van desde el diseño, la curaduría y el montaje, la comercialización, la comunicación y la contratación de artistas, a la financiación y el seguro. En organizaciones más grandes pueden especializarse en áreas administrativas específicas, como la programación, la gestión de taquillas, las relaciones públicas, el marketing, la educación y el patrocinio. Generalmente, los gestores culturales son un poco todoterreno, y por eso su perfil gusta tanto en organizaciones e instituciones, sean culturales o no. Un gestor cultural te puede sacar de muchos aprietos. En un mismo día, puede administrar un proyecto, diseñar y montar una exposición, presentar o moderar una charla y representar en un evento a la institución para la que trabaja.

¿Cuáles son los rasgos fundamentales o aptitudes que más favorecen la labor de un gestor cultural?

Podría citarte muchas, pero me quedaré con cuatro. Aparte de una sólida formación humanística, y de sus conocimientos teóricos y prácticos, para mí el gestor cultural tiene que ser curioso, honesto y tener mucho sentido común a la hora de desarrollar su labor profesional.

¿Cómo inició su interés por este campo?

Por afición a la cultura y casi por inercia. La carrera te va ofreciendo posibilidades, te va "picando". Si aceptas los retos y oportunidades que te ofrece, muchas veces te sorprende que acaben gustándote cosas que no sabías que estaban ahí. Conozco casos de compañeros que, por ejemplo, nunca habían estado en representaciones teatrales o conciertos hasta bien entrada la carrera. Sin embargo, una vez que los experimentaron y empezaron a conocer más, les encantó. Algunos son hoy excelentes gestores culturales.

¿Qué aspectos de la licenciatura en Humanidades influyeron considerablemente en su desarrollo profesional?

La interdisciplinariedad y el poder elegir tu camino. Humanidades es como un proyecto piloto de lo que es la profesión y, en general, de lo que puede ser la vida. Te vas abriendo camino y vas descubriendo poco a poco tus intereses. También vas descubriendo que sabes hacer muchas cosas de las que ni siquiera sabías que eras capaz.

¿Cuál fue el punto decisivo que le sirvió para abrir su carrera al ámbito internacional?

Sin duda, los idiomas. Sin el francés y el inglés no hubiera nunca conseguido mi primer trabajo en Bruselas. Sin el chino, mi experiencia en Asia hubiera sido muy diferente.

Tras algunos años de trabajo en Asia, ¿qué aprendizaje le ha marcado más en su trayectoria?

Creo que el trabajo en red es muy bonito. He tenido la suerte de trabajar y de cooperar con gentes de muchas nacionalidades y culturas: es muy enriquecedor. Cada reunión, cada evento, cada proyecto es un aprendizaje.

¿Cómo surgió la idea de fundar su propia consultoría y qué factores en concreto lo impulsaron a emprender este proyecto el año pasado?

Tras una década trabajando para instituciones culturales y educativas nacionales, europeas e internacionales, había logrado identificar una serie de necesidades en los dos campos. Tenía muchas ganas de trabajar en esos aspectos y apoyar desde otra perspectiva a organizaciones, instituciones y universidades españolas y europeas que necesitaban apoyo para implantarse y desarrollar su labor en otros países, especialmente en el emergente contexto asiático. Quería aplicar lo mucho que había aprendido trabajando para esas organizaciones y seguir creciendo como profesional. Está siendo un proyecto fascinante.

Hace algunos años, cuando usted se graduó, la licenciatura de Humanidades contaba con más de 60 alumnos. Hoy ese número se ha reducido considerablemente. ¿Cree que la disminución del alumnado es un inconveniente en el ámbito de la gestión para los alumnos, o por el contrario una ventaja, ya que la competencia quedaría reducida?

Pienso que las dos se pueden dar. Cuando las promociones de alumnos de Humanidades eran más numerosas, teníamos la ventaja de que estábamos rodeados de muchas inquietudes, muchas maneras diferentes de entender la vida, el trabajo y las propias humanidades. Muchas de ellas eran enriquecedoras y hacían enriquecedor nuestro día a día. En una promoción mas reducida, tienes la ventaja de que, como dices, la competencia en teoría es menor. Aunque a diferencia de entonces, también hay muchos más programas de gestión cultural y tenéis menos posibilidades de confrontar ideas y maneras de ver la vida.

Desde hace 2 años, las prácticas en el Grado en Humanidades son de carácter obligatorio, y en el nuevo plan de estudios tienen una carga de 9 ETCS. ¿Cuál es el mejor consejo que, desde su experiencia, puede dar a estas nuevas promociones para afrontar las exigencias formativas que conlleva ese número de créditos?

Como comenté durante el seminario, esta es una excelente oportunidad que se os brinda. Una de mis mejores experiencias durante la carrera fueron precisamente las prácticas. Es una oportunidad única de tomar contacto con el mundo "real", pero desde una perspectiva más cómoda y sin menos presión. Son claves para empezar a discernir mejor lo que te gusta y lo que no, en lo que eres bueno y en lo que eres menos bueno.

¿Qué recomendaciones nos puede dar a los actuales alumnos del Grado en Humanidades que deseamos iniciar una carrera en el campo de la Gestión cultural?

Que os arriesguéis. Que sigáis vuestro instinto, pero con sentido común. Con 20 y pocos años lo podéis y debéis hacer. Que os forméis, que hagáis prácticas, si es posible un master en gestión cultural, en España, en el extranjero. Que aprendáis idiomas, aunque no estéis seguros de la utilidad. Y que hagáis lo que hagáis en el campo cultural, que lo hagáis con pasión.

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