Profesores de Biblia y Liturgia participan en la jornada ‘El Dios que habla’, organizada por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra

De izquierda a derecha: Mons. Ermenegildo Manicardi, Juan Chapa y Jaime Sancho. FOTO: Manuel Castells

Profesores y alumnos, sacerdotes, monjes, religiosos y laicos participaron en la jornada académica ‘El Dios que habla', organizada por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra con motivo de la Exhortación Apostólica Postsinodal Verbum Domini. Tras las palabras de presentación, a cargo del decano de la Facultad, Juan Chapa, intervino Mons. Ermenegildo Manicardi, rector del Almo Collegio Capranica y profesor de Sagrada Escritura de la Pontificia Università Gregoriana (Roma).

Mons. Manicardi, que pronunció una conferencia titulada ‘Verbum Domini: perspectivas teológicas actuales', se centró en el concepto de ‘analogia Verbi': "La categoría de la analogía atraviesa toda la Exhortación y permite ver el sentido de la Palabra de Dios en su completa amplitud. Sirviéndose unitariamente de esta analogía, se capta bien cómo el hablar de Dios llena efectivamente toda la creación y la historia".

El ponente resaltó algunos de los principales perfiles teológicos presentes en la Verbum Domini: el enraizamiento trinitario de la Palabra de Dios, la centralidad cristológica de la Palabra, los niveles esenciales del desplegarse de la Palabra de Dios, los universos formados por el Logos, y el Espíritu en la historia de la Revelación y de la Salvación.

El biblista romano se extendió tratando diversas perspectivas hermenéuticas de la Sagrada Escritura, del método histórico crítico y de su adecuada comprensión. Apuntó la posibilidad de una hermenéutica secularizada y postuló una mejor acogida de la interpretación bíblica renovada por la Dei Verbum. En la aproximación a la Biblia, calificó de "dramático y liberador" el acto de "trascender la letra para pasar al espíritu". También subrayó las ventajas de una inteligencia más profunda en torno a la unidad de la Escritura, el diálogo entre cristianos y hebreos, y la relación entre magisterio pastoral y magisterio teológico.

El profesor Manicardi expresó su esperanza en que "la reflexión de los cristianos y de los hombres de buena voluntad en los próximos años alcance desarrollos fecundos de comunión, de paz y de hondura religiosa para la Iglesia y para el mundo".

El ministerio del lector, clave para actualizar la Palabra

Profesores y alumnos, sacerdotes, monjes, religiosos y laicos participaron en la jornada académica ‘El Dios que habla'.

Foto: Manuel Castells

El profesor Jaime Sancho Andreu, catedrático de sagrada Liturgia de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer (Valencia), disertó sobre ‘La Palabra de Dios en la sagrada liturgia (Verbum Domini 52-71)'. En su conferencia abordó puntos de teología litúrgica en torno a la Palabra como sacramentalidad, actualidad, performatividad, "nuevo acontecimiento" y contemporaneidad.

Recordó la mutua dependencia entre Palabra de Dios y Eucaristía: "Se trata de realidades teológicas que se pertenecen tan íntimamente ya que no se puede comprender la una sin la otra".

Por otro lado, al exponer sus tesis sobre la sacramentalidad de la Palabra, afirmó que "la proclamación de la Palabra de Dios en la celebración comporta reconocer que es Cristo mismo quien está presente y se dirige a nosotros para ser acogido. Cristo, realmente presente en las especies del pan y del vino, está presente de modo análogo también en la Palabra proclamada en la liturgia". Para él, compete a la teología litúrgica matizar los perfiles de esta analogía.

Posteriormente, el profesor Sancho trató del Leccionario del Misal Romano. Comenzó aludiendo a su proceso genético tanto en el Oriente como en el Occidente cristianos. Luego desglosó algunos criterios de selección de las lecturas, mostrando con ejemplos pedagógicos los dinamismos internos de este libro litúrgico. Al referirse al ministerio del lector, expuso cómo, por su mediación, "la Palabra de antaño se convierte en Palabra de hoy. Por medio de la proclamación la palabra de entonces, lejana en el tiempo y en el lugar donde fue generada por la inspiración divina, llega a ser Palabra Dios hoy y aquí, con la fuerza del Espíritu Santo, bajo su sombra, como un nuevo acontecimiento revelador, lugar donde la Palabra renace: en el lector Cristo habla hoy a su pueblo".

Se refirió, por último, a la conveniencia de que las homilías tengan como centro a Cristo, que no sean abstractas ni genéricas y que sean pronunciadas "por ministros dotados de una buena y actualizada formación en teología bíblica y litúrgica". Recalcó que éstas "deben provenir de la propia oración y contemplación cristológica de los ministros que las pronuncia como auténtica y cualificada diakonía al Pueblo de Dios".

En la Jornada también participó Gonzalo Aranda, profesor ordinario de Antiguo Testamento de la Universidad de Navarra. Su intervención versó sobre ‘La palabra bíblica, camino de Dios al hombre, del hombre a Dios'. En ella expuso la visión de la Sagrada Escritura que dimana del  primer capítulo de la Exhortación dedicado al Dios que habla. Se refirió, más concretamente, a la inserción de la Biblia en la dimensión trinitaria e histórica de la Revelación, en la Tradición viva de la Iglesia -como lugar de origen de la Escritura-,  y en su comprensión a la luz de la analogía con el Verbo Encarnado.