Los supervivientes de cáncer secundarios, un ámbito por investigar
Los supervivientes de cáncer secundarios son los familiares cercanos que participan durante el proceso de la enfermedad y que tienen unas necesidades específicas que cubrir
FOTO: Manuel Castells
Tras el Día Mundial de los Supervivientes de Cáncer, el pasado domingo 3 de junio, la investigadora y profesora Cristina García Vivar analiza qué conlleva ser un superviviente y cómo los familiares también son supervivientes por su implicación en todas las etapas de la enfermedad: el diagnóstico, el tratamiento, la remisión y los efectos tardíos derivados delal tratamiento, etc. “Cada vez más la investigación se está dirigiendo a la familia para intentar cubrir también sus necesidades de formación, emocionales y sociales”, comenta la profesora García Vivar.
Los supervivientes de cáncer son aquellas personas, que tras haberles diagnosticado un tumor maligno y finalizar el tratamiento; abandonan el centro hospitalario y vuelven a su comunidad; y tratan de normalizar su vida. Sin embargo, se ha descubierto que estas personas tienen unas necesidades específicas -tales como el miedo a la recidiva, la incertidumbre sobre el futuro, cómo manejar efectos tardíos de los tratamientos, o promocionar su salud, entre otros- que no se están cubriendo. De igual modo, la familia de los supervivientes de cáncer experimenta necesidades de información y de apoyo emocional, porque el cáncer es una experiencia familiar.
Una de las necesidades más concurrida es la de la formación. Saber cuándo una dolencia es fruto de una posible recaída de la enfermedad o cuándo es algo totalmente aislado. “Pasa mucho que los pacientes supervivientes de cáncer acuden a la atención primaria angustiados por una posible recidiva cuando tienen dolores de cualquier tipo”. Ahí es necesaria la formación de profesionales que sepan tanto identificar si es un efecto tardío del tratamiento que en su momento recibieron o si, por el contrario, es un simple achaque rutinario.
García Vivar explica que “en el ámbito de la formación de profesionales que sepan detectar estas carencias y sepan solucionarlas efectivamente hay un gap”. Y aquí es muy importante el rol de la enfermera. “Suele conocerse más la labor de la enfermera cuando el paciente está hospitalizado y recibiendo tratamiento, pero son muchos más los que se encuentran perdidos en la transición, es decir una vez los tratamientos han finalizado. Ahí la enfermera tiene la labor de educarles para identificar un signo de recidiva de lo que no lo es, aprender a manejar situaciones de incertidumbre, la promoción de hábitos de vida saludable, etc”. En definitiva, la enfermera juega un rol esencial en el empoderamiento del superviviente de cáncer y de su familia para ayudarles a convivir con el proceso oncológico crónico.