Alexander Suvorov: “No todos pueden estudiar en una clase ‘normal’, tiene que haber una alternativa”
El psicólogo sordociego propuso en la Universidad de Navarra la integración de niños minusválidos en entornos distintos al del colegio
“Quien puede estudiar en una clase ‘normal’ del colegio, bienvenido sea. Pero no todos pueden, por eso tiene que haber una alternativa”, afirmó en la Universidad de Navarra el psicólogo ruso Alexander Suvorov. Sordociego desde la infancia, participó en la Jornada ‘Creando desde la diversidad’, organizada por el grupo de investigación VOICES (Voces de Innovación y Creatividad en la Educación y la Sociedad) de Facultad de Educación y Psicología, con una conferencia sobre la importancia de educar la imaginación en niños con discapacidad sensorial.
“La educación inclusiva puede ser formativa o personalizada”, explicó el experto. Él se considera autor de la teoría de la inclusión de la personalidad, fuera del sistema educativo. Esta consiste en la integración de niños minusválidos con otros sin problemas en entornos distintos del colegio; por ejemplo, en campamentos. Suvorov expuso que se encuentra en una situación complicada: “Por un lado, siempre abogo por la educación inclusiva, pero estoy muy en contra de que se convierta en una imposición en detrimento de otros modelos”, sostuvo. Por ese motivo no hay una solución única para todas las personas minusválidas, sino que se debe resolver su formación teniendo en cuenta a cada uno individualmente, sumando si es necesario la educación inclusiva con otra educación especializada.
Asimismo, el ponente indicó que no les gusta hablar de ‘discapacidad’ y de ‘personas con limitaciones físicas o psíquicas’. “¿Quién de vosotros no tiene capacidades limitadas? No sois ni dioses, ni superhéroes”, interpeló al público. Aclaró que, en cambio, emplea con tranquilidad el término ‘minusválido’ porque la etimología de la palabra en ruso (‘invalide’) significa ‘veterano de guerra’.
La ciencia sobre la imaginaciónEn esa misma línea, el ruso definió la psicología como “la ciencia sobre la imaginación” y, a su vez, su concepto de imaginación en cuanto actividad orientativa. “Percibimos nuestra actividad a través de una serie de modelos de existencia, de comportamiento, que creamos continuamente”, añadió. Así pues, señaló que para él la imaginación implica la percepción subjetiva de la realidad, además de la creación mental de imágenes.
Por último, Suvorov ofreció una reflexión: “Sin la mutua humanidad, sin la acción compartida, es imposible que la personalidad crezca”. Todo, desde el objeto más cotidiano hasta la música más extraordinaria, permite la comprensión y el entendimiento mutuo. “La especialización de cada cual aporta matices a su personalidad, pero lo esencial para su crecimiento viene de la posibilidad de encuentro con otros en una cultura compartida”, concluyó.