2013_03_04_TEO_Pablo Edo imparte el seminario El evangelio de Pedro descubrimiento e importancia para el estudio del cristianismo del siglo II

Pablo Edo, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra
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Pablo Edo, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, impartió un seminario para profesores bajo el título ‘El evangelio de Pedro: descubrimiento e importancia para el estudio del cristianismo del siglo II'

Resumen del seminario

A través de algunas citas de los Padres de la Iglesia se sabía de la existencia de un escrito atribuido a Pedro que circuló en el norte de Palestina en el siglo II d.C. y que estaba perdido. A finales del siglo XIX, la Campaña Arqueológica Francesa en el Norte de Egipto encontró en una tumba unas hojas de papiro datadas hacia el siglo VIII d.C. y con un fragmento de la Pasión de Jesús desconocido hasta entonces. El texto estaba en griego y contenía una frase en la que hablaba en primera persona Pedro, como si fuera el narrador de los hechos. Pronto el texto se identificó con el Evangelio de Pedro.

Numerosos estudios han tratado de responder al origen de este fragmento y sobre todo a la peculiar relación que guarda con los evangelios canónicos, ya que siendo un texto de estilo evangélico, contiene muchos elementos propios y no coincide con estos en más de tres palabras seguidas. Algunos estudiosos defienden la presencia de material de tradición primitiva en el escrito. Si bien, la mayoría de los investigadores considera el escrito posterior a los canónicos y dependiente de ellos.

El estudio del famoso relato de la salida de Jesús del sepulcro que el Evangelio de Pedro presenta, puede ayudar a aclarar el origen de la obra. En efecto, se trata del pasaje que se distancia más de los canónicos y que contiene más elementos propios. La hipótesis más probable es que su redactor tomara elementos de la literatura intertestamentaria conocida en la época para elaborar con gran creatividad una escena no narrada por los canónicos. Un ejemplo claro de este proceder sería la presencia en el relato de dos ángeles que sostienen al resucitado en su salida del sepulcro. Estos ángeles llamados psicopompoi eran conocidos en el paganismo y aparecen en numerosas obras apocalípticas judías datadas hacia el siglo II d.C.; y aparecen acompañando a personajes famosos o almas de difuntos en su tránsito a las esferas celestes.