“Lo que quería cuando estudié Filosofía era volver a mi ciudad y ser carpintero”, así comenzó su ponencia Ricardo Piñero, catedrático de Estética, durante la primera jornada de Talento Académico celebrada en la Universidad de Navarra. Desde el amor por la carpintería hasta la pasión filosófica, que vertebra su vida actual, el profesor habló de las grandes preguntas, las grandes respuestas y la belleza de amasar juntos ideas y reflexiones.

En el acto, que contó con la participación de cerca de 300 estudiantes y profesores, destacó que “la Universidad no es solo una forma de vida, sino una forma de estar en el mundo”. Y trasladó algunos consejos a los asistentes cómo “atreverse con lo invisible, elogiar la precisión e ir siempre más allá”. 

Una mañana para plantearse la vida académica

La jornada, destinada a dar a conocer la carrera universitaria como futuro profesional, contó también con la presencia de María Iraburu, rectora de la Universidad. En su intervención, habló del papel de la docencia y la investigación y sobre cuestiones prácticas relacionadas con el desarrollo profesional y el acceso al doctorado.

Asimismo, destacó que la vida académica consiste en ser «transformador del mundo» y la describió con tres aspectos fundamentales: humana, por la docencia y el diálogo; dedicada al conocimiento, a la investigación y a continuar el legado de los que nos han precedido; e internacional, por la propia institución y la relación con colegas de todo el mundo.