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Antes de acabar el curso, Daniela Silva, alumna del Grado en Humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras, tenía claro que quería realizar prácticas de verano en Colombia, su país natal, “para tener la oportunidad de apreciar su ámbito de gestión cultural”. 

Cuenta que, por mediación de un familiar, conoció al jerarca de los Jesuítas en Cartagena de Indias, la orden religiosa a cargo del Santuario y del Museo San Pedro Claver, y a Linda S. Zurek, museóloga y coordinadora de la entidad: “Pregunté si podía realizar mis prácticas allí, porque esta institución atraviesa una serie de renovaciones museológicas, de gestión cultural y de infraestructura muy interesantes. Creo que no hay mejor lugar en Colombia que Cartagena para trabajar en temas de patrimonio y, además, crecí admirando la figura de San Pedro Claver y lo que representó su labor para la ciudad y para el país”.

Durante seis semanas, nuestra alumna ha trabajado en la creación de la tienda del museo: “Cuando me encargaron este proyecto, tuve que redactar un guión museológico en el que explicaba la necesidad de tener una tienda, además de pensar cuestiones logísticas, económicas y artísticas para hacerlo realidad. Es un paso crucial para alcanzar la sostenibilidad económica de la institución”, asegura. También ha desempeñado otras funciones, “como el montaje de varias exposiciones temporales, ayudar en la organización de eventos y apoyar a Linda Zurek en tareas que lo requirieran”. Asimismo, ha tenido oportunidad de trabajar con Moraima Clavijo Colón, museóloga y curadora cubana: “Junto a ella organizamos un curso sobre historia del arte. Moraima es una autoridad en museología en Latinoamérica, así que la experiencia ha sido un privilegio”.

Asegura que, a lo largo de este tiempo, “he podido aplicar en mi trabajo lo aprendido en las clases de políticas culturales y gestión. Este ha sido uno de los aspectos más positivos de mis prácticas, pues me ha permitido hacerme cargo de la calidad de los contenidos que nos brinda la Universidad y lo útiles que han sido los consejos y observaciones de mis profesores”. Además, “he aprendido un sinfín de cosas sobre museología, museografía, gestión y administración de proyectos culturales; he podido evidenciar el esfuerzo, paciencia y creatividad que requiere dirigir una institución cultural; y he aprendido la importancia de realizar proyectos culturales transversales, que conjuguen diferentes disciplinas artísticas y áreas de conocimiento”, añade.

Por todo ello, no duda en recomendar a sus compañeros la experiencia de hacer prácticas: “Es una gran manera de entrar en contacto con el mundo laboral, acostumbrarse a ser cada vez más profesional, saber llevar grandes responsabilidades, complementar la teoría vista en clase  y, sobre todo, aprender. En mi caso, las prácticas han sido muy enriquecedoras para mi vida profesional y personal”.

Y es que su experiencia en el Museo San Pedro Claver también le ha permitido “tener una vivencia que me va a acompañar siempre”. Cuenta que en el Santuario, declarado "sede de los Derechos Humanos" por el Papa Francisco en su visita a Colombia en 2017, tuvo lugar un "Encuentro por la Verdad". Organizado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad sobre el conflicto armado en Colombia, el evento contó con el testimonio de víctimas del conflicto armado: “Escuchar sus historias y ver cómo se han recuperado y ahora lideran proyectos de emprendimiento en sus regiones me llenó de alegría y esperanza. Gracias a este evento, pude ver cómo los museos del siglo XXI son mucho más que sus exposiciones, o simplemente arte e historia, sino que pueden ser un verdadero lugar de encuentro y reflexión para sus respectivas comunidades”.

Fachada del Museo San Pedro Claver. FOTO: Cedida