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Juan Miguel Botía forma parte de la compañía Mutis por el foro con la que ha participado en varias obras, primero como actor y ahora como director.
Aunque Juan Miguel comenzó primero como actor, pronto se pasó a la dirección. "Es más sacrificado. El nivel de implicación con la obra es muchísimo mayor. Se dedica más tiempo, recursos, dinero… Cuando uno es director, hay que preparar los ensayos, gestionar el atrezzo, el vestuario… Mil cosas que hacen que sientas el proyecto más tuyo. A mí me gusta mucho más dirigir" confiesa.
Su primer contacto con la dirección fue en Mariana Pineda, de Federico García Lorca. En realidad, Juan Miguel era uno de los dos subdirectores de la obra (un paso previo antes de ser director), pero por un cúmulo de casualidades le tocó ponerse al frente del primer ensayo. "Juan Emilio Garrido que era el director de la obra estaba en Estados Unidos, donde había pasado el verano trabajando, e iba a llegar a España unos días más tarde. Y a la otra subdirectora, Isabel Adalid, le surgió algo importante y también tuvo que perderse ese primer ensayo. ¡Así que allí me encontré yo solo! Llamé desesperado a Juan Emilio y me pasó una especie de croquis con los movimientos. Estaba muy nervioso porque era literalmente el primer ensayo después de la lectura de guion", recuerda ahora con una sonrisa. "Al final salió bien, yo creo. O eso quiero pensar", rie. "Lo que sí es cierto es que aquel día aprendí mucho", asegura.