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Virgen de marfil del convento de Santa Clara de Estella en el British Museum

26/07/2021

Publicado en

Diario de Navarra

Clara Fernández-Ladreda Aguadé |

Dpto de Historia, Hª del Arte y Geografía

Entre las obras de arte que salieron de Navarra se encuentra la estatuilla de la Virgen con el Niño labrada en marfil del convento de las clarisas de Estella. La existencia de esta escultura en el cenobio estellés fue dada a conocer por Javier Hermoso de Mendoza en su blog, en 2012, quien publicó una foto de la misma, indicando que había sido vendida en 1901. Por entonces se desconocía su paradero, pero, posteriormente, Mikel Zuza en su blog , en 2016, la identificó con una imagen propiedad del British Museum (nº 1978.0502.3 de inventario).

La comunidad, acuciada por las necesidades, se vio obligada a venderla. La documentación revela que la operación se puso en marcha en 1901 -culminando en 1902-, menciona el precio -30.000 pesetas- y cita como comprador a un anticuario francés -Julio Anieu-. Poco después pasó a Inglaterra, a la colección de sir Julius Wernher, donde estaba a la muerte del noble, ocurrida en 1912. En 1978 fue adquirida por el British Museum.

Su salida supuso una pérdida notable para el patrimonio navarro. En efecto, se trata de una pieza de excelente calidad, como puede comprobarse por las fotos que publicamos, y como demuestra su adquisición por un museo del nivel del British y su inclusión en dos de las más importantes exposiciones de arte medieval de las últimas décadas, Les Fastes du Gothique. Le siecle de Charles V (1981) y L´art au temps des rois maudits (1998). El daño se ve agravado por el hecho de que, si bien Navarra posee varias obras de marfil hispanomusulmanas -como la famosa arqueta de Leire-, no ha conservado ninguna románica ni gótica. 

La Virgen, de poco más de 30 cms. de altura, está sedente, y presenta un torso muy alargado y una acentuada curvatura, supuestamente debida al formato del colmillo de elefante en que fue tallada, si bien últimamente se ha señalado que este rasgo no es exclusivo de los marfiles, sino que aparece en obras de otros materiales -orfebrería, miniatura- lo que cuestionaría la explicación. El brazo izquierdo rodea el cuerpo de su hijo, en tanto que con la diestra sostiene -con sofisticado ademán- un pequeño tubo hueco destinado quizás a sujetar un atributo floral metálico. El pie izquierdo aplasta un pequeño dragón -símbolo demoniaco-, evocando el triunfo de María sobre Satán; la presencia de este animal constituye un rasgo excepcional, aunque no único. El Niño, erguido sobre la rodilla izquierda de María, apoya la mano derecha en el pecho materno y con la izquierda sujeta la típica poma.

 María cubre la cabeza con un velo corto sujeto con corona de la que solo quedan restos y viste túnica ajustada a la cintura con un ceñidor de correa enriquecido con motivos en relieve, sobre la que lleva un largo manto cuya mitad inferior se tercia de derecha a izquierda y presenta en su centro un llamativo pliegue en uve. La indumentaria de Jesús se reduce a la túnica. Estas prendas se enriquecían en el cuello y los bordes con ricas orlas doradas y policromadas, parcialmente conservadas.

El trono está decorado con arcos apuntados trilobulados sobre los que corre una orla de rosetas que adorna el borde superior.

La escultura estellesa se asemeja mucho a una serie de estatuillas de la Virgen sedente con el Niño, labradas también en marfil, pertenecientes al Victoria and Albert Museum de Londres (nº 4685-1858), la colección Thyssen-Bornemisza, el Germanisches Nationalmuseum de Nüremberg y el Walters Art Museum de Baltimore.  El grupo y en concreto la imagen de Estella se ha relacionado también con la celebre Virgen de marfil de Villeneuve-lès-Avignon con la que presenta en efecto notables coincidencias -composición general, presencia dragoncillo bajo el pie izquierdo y decoración del trono-.  Estos paralelismos han llevado a incluirlas en el mismo marco cronológico -entre 1300 y 1340 aproximadamente- y a adjudicarlas al mismo foco -París-, aunque la imagen de Villeneuve-lès-Avignon se atribuye a un taller distinto. La Virgen de Estella se fecha en concreto entre 1310 y 1330. 

Según una antigua tradición -que se remonta al menos a comienzos del XVII, pues fue recogida en un manuscrito titulado Fundación, reedificación y privilegios de los reyes, escrito por la abadesa Violante Guerrero en 1616- había sido donada al convento por la reina doña Blanca (1425-1441), quien en 1430 había reedificado el cenobio -donando para ello el vecino palacio real de Estella- y regalado esta talla junto con otros objetos preciosos. Aunque no todos los autores están de acuerdo, la información resulta verosímil, dado que la infanta tuvo como maestra a una religiosa de Santa Clara de Estella -Gracia Périz- y dio otras muestras de interesarse por la suerte del cenobio. En cualquier caso, la excepcional calidad de la pieza y la procedencia de los talleres parisinos que trabajaban para la corte francesa apuntan a un miembro de la familia real como donante, si se tienen en cuenta los estrechos vínculos de la dinastía Evreux con Francia -en concreto con París- y con la Corona francesa.  A la vista de la cronología que se le atribuye, cabe pensar que había entrado en la familia en tiempos del bisabuelo de doña Blanca, Luis el Hutin -rey de Navarra desde 1305 y de Francia desde 1314- o de sus abuelos Juana II (1328-1349) y Felipe de Evreux (1328-1343).