José Ramón Pin Arboledas, Profesor del IESE, Universidad de Navarra
Los Pactos de la 'Señorita Pepis'
En una economía moderna, los sindicatos son esenciales. En mis clases en el IESE Business School, encuentro pocos partidarios a su favor entre directivos y empresarios, pero siempre se concluye que son un dato del panorama empresarial. Más aún, que son útiles para las empresas si colaboran con la dirección.
En España S. A. ha sido así desde la democracia. Los acuerdos de concertación -sindicatos, CEOE y Gobierno- y los interconfederales -sindicatos y CEOE- forman parte de nuestro sistema. No obstante, también ha habido desencuentros con los Gobiernos. Al menos uno con el PSOE y otro con el PP acabaron en huelgas generales. Su resultado: freno a las reformas por cesión de los Gobiernos, enseñanza que no han olvidado. Todos -derecha, centro e izquierda- piensan que una reforma laboral sin consenso sindical y patronal fracasaría.
Por eso la opinión pública contempla con tanto interés estas semanas las reuniones de CEOE, UGT, CCOO y el Gobierno. Sin embargo, parece que pueden acordar algunas cosas, pero no las esenciales, que se van a quedar en la periferia del problema. Las pseudo-movilizaciones sindicales contra el pensionazo lo demuestran. Lo anuncia la retirada de propuestas patronales profundas para reactivar la economía.
Ante esa parálisis, el presidente pide acuerdo entre las fuerzas políticas. Algo así como unos Pactos de la Moncloa, un intento desesperado para entrar en el fondo de las cuestiones.
Sin embargo, el proceso no está siendo nada feliz. El principal partido de la oposición se ve arrastrado al pacto de mala gana. No puede decir que no, y no quiere decir sí. IU no quiere participar si lo hace el PP. Otras formaciones políticas intentan sacar tajada cara a las elecciones catalanas y las autonómicas o municipales del próximo año. Como diría un castizo: son los Pactos de la Señorita Pepis, muñeca pequeña famosa hace unos años. Sirve para jugar, nada más.