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Volver Banca, ¡para servir, servir!

J. R. Pin Arboledas, Profesor del IESE y Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en la Administración Pública, Universidad de Navarra

Banca, ¡para servir, servir!

vie, 24 jun 2011 08:25:39 +0000 Publicado en El Economista (Madrid)

Indignados que irrumpen con quejas en las juntas de accionistas de la banca . Políticos, incluso de Gobierno, que culpan del paro a los banqueros. Académicos que investigan la falta de ética en las instituciones financieras como origen de la crisis.

El documental Inside Job describe a los financieros como desalmados. En bolsa se retrasan las emisiones de acciones de nuevos bancos. Dirigentes de la UE dicen que la banca privada no ayuda en la crisis griega y le piden que lo haga. ¿Qué ocurre?

El sector de la banca no pasa por su época de mayor popularidad. Nunca fue muy apreciado, pero ahora hay enemistad.

Las televisiones muestran desahucios por impago de hipotecas: familia con dos niños y un bebé a la calle y vecinos que se congregan para impedirlo. Un pequeño empresario declara en radio que despedirá trabajadores porque le cortan su línea de crédito. Un dirigente empresarial dice que la falta de crédito dificulta el despegue económico. Mientras, los grandes bancos internacionales anuncian beneficios después de recibir ayudas públicas para subsistir y sus directivos cobran bonos.

Sin embargo, los bancos tienen programas de responsabilidad social y las cajas de ahorros, una obra social. Cuidan su reputación. ¿A qué se debe la dificultad para comunicarlo? Se supone que, como intermediarios financieros, reciben dinero que deben remunerar adecuadamente y prestar para facilitar el consumo o la adquisición de viviendas, crear riqueza y puestos de trabajo. A cambio, reciben un beneficio.

Las criticas suelen ser emocionales, con poca lógica económica. Pero las manifestaciones en contra de tan noble oficio indican que, al menos, estas instituciones no consiguen trasmitir la importancia de su servicio. ¿O es que no están cumpliendo su misión? Deberían reflexionar sobre su actividad en los últimos tiempos, sobre si están cumpliendo la función que la sociedad les encomienda. ¿Remuneran el pasivo con justicia? ¿Lo trasladan al crédito para crear riqueza y puestos de trabajo? Porque... para servir, servir.