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Conectar, conectar, conectar

24/01/2021

Publicado en

Diario de Navarra

Roberto Cabezas |

Director de Career Services. Universidad de Navarra

Lo más probable es que nuestra vida laboral sea más larga que la de nuestros padres, y además tendrá lugar en un entorno mucho menos predecible. El éxito laboral dependerá en gran medida de la empleabilidad, es decir, de que nuestro perfil profesional resulte atractivo para el mercado de trabajo y logremos conseguir que ese atractivo se mantenga en el tiempo. En este nuevo entorno las actitudes pasivas no funcionan y los profesionales que buscan progresión y cambio tienen que implementar estrategias de generación de oportunidades de manera activa. Hoy la vida nos pone en una encrucijada. Vivimos tiempos de incertidumbre. La sociedad hasta antes de la pandemia estaba cambiando a un ritmo trepidante y nadie sabe a ciencia cierta a dónde nos lleva la revolución tecnológica, la globalización, la irrupción de la generación z y ahora esta crisis sanitaria mundial. Las reglas del juego han cambiado. La coyuntura nos obliga a transformar esta situación confusa y dolorosa con máxima creatividad y diligencia, para mejorar este mundo que se tambalea desorientado y aturdido.

Estos cambios traerán consecuencias importantes y probablemente se prolongarán en el tiempo. Muchas personas necesitarán reciclarse para asegurar su empleabilidad en un mercado de trabajo que previsiblemente sufrirá cambios muy profundos.

Desde los servicios de carreras profesionales universitarios se está gestando un movimiento para cambiar la forma en que pensamos y la forma en que hacemos nuestro trabajo, para ayudar a los estudiantes y graduados en la transición de la universidad al mundo laboral. Hoy todas las señales apuntan a un modelo integrado de conexiones y comunidades profesionales, muy personalizadas, donde se comparta la tarea de la formación de la empleabilidad juvenil más allá de las propias aulas. Un ecosistema que involucre a toda la red universitaria de estudiantes, antiguos alumnos, profesores, empleadores, familias y todas las comunidades circundantes.

La clave está aquí, en crear redes relevantes y eficaces de networking que impulsen nodos de valor altamente diferenciados. Algo así como he beehive networking experience (networking de colmena). Una fórmula para conectar talento, relacionar conocimientos y también articular organizaciones, facilitando la innovación, el emprendimiento y el desarrollo empresarial con un alto impacto social.

Esta realidad y este momento histórico nos anima y nos obliga a explorar pistas, que nos permitan cruzar el umbral de nuestras zonas de confort y enfrentarnos a este nuevo contexto. Las universidades líderes serán aquellas que puedan reconocer, entender y experimentar estas tendencias. Aquellas que actúen con rapidez, flexibilidad y creatividad. Este cambio es inevitable y las respuestas no se improvisan. Requiere de una planificación intencionada y del compromiso colaborativo de todas las partes interesadas involucradas: alumnos, profesores, facultades, los careers services, antiguos alumnos, autoridades de gobierno de cada universidad, directivos de empresas colaboradoras.

Cada institución debe adaptar su modelo a su cultura, prioridades estratégicas y recursos, por supuesto. Las universidades top como Stanford, Boston College, University of South Florida, University of Chicago, entre otras, han reforzado esta sensible área. Más recursos económicos, más campo de actuación y personas especializadas en la gestión de estas materias.

Para que se desplieguen este tipo de ecosistemas virtuosos, los profesionales que trabajamos en los departamentos de salidas profesionales universitarios debemos reconocer la oportunidad que tenemos para ser los vasos comunicantes entre nuestros estudiantes y graduados y conectarles con profesionales y empresas claves, para unir a todos y colaborar en un entorno de confianza e influencia, maximizando las oportunidades de éxito y de realización personal y profesional.

Es un cambio del propósito principal de los departamentos de desarrollo de carrera. Trenzar un modelo de conexiones colaborativas con las comunidades circundantes y próximas que complemente o sustituya en gran medida a los ejercicios de formación en empleabilidad muchas veces insulsos, algo inútiles o francamente improductivos.

Este modelo de conexiones profesionales y creación de comunidades virtuosas nos permitirá descubrir las oportunidades a veces ocultas, desarrollando la curiosidad, la gestión de riesgos, la toma de decisiones, la constancia, la flexibilidad, el optimismo y la compleja gestión de la incertidumbre como parte del proceso de desarrollo profesional. Learn to love networking diría yo.

La universidad que logre cerrar este círculo virtuoso, que sume transversalidad, unidad (que no es lo mismo que uniformidad), una fina ecualización de coherencia en el discurso, un mensaje común, esfuerzos de cocreación de redes sinérgicas, armonía de criterios y una visión 360º, liderará esta tendencia, impulsará el cambio, dará varias vueltas de tuerca al modelo actual y marcará la pauta a seguir.

Sólo sobrevivirán a todos estos cambios, los flexibles, los curiosos, los decididos, los apasionados y los que se atrevan, finalmente. Los que asuman que el mundo, nuestro mundo, mi mundo quizá nunca más será el que fue, pero tampoco es todavía el que definitivamente será. Es tiempo de explorarlo.