Se necesitan mutuamente. Unos no pueden vivir sin los otros y viceversa. Pero estos días no andan muy amigables. Las grandes inmobiliarias se quejan de que se pasan el día de banquero en banquero para refinanciar deudas.

Alaban a quienes suspendieron pagos y arreglaron sus problemas con quita y espera. Las pymes se lamentan de la falta de créditos. Los autónomos procuran huir de la banca.

Los banqueros dicen que no pueden hacer nada: la morosidad se les ha disparado (6,5 por ciento en junio), a pesar de superar los test de estrés no hay dinero para prestar. Tendrían que ampliar capital o emitir bonos, y los mercados no están receptivos. IU pide un banco público: un error.

El ICO, lo más parecido a una banca oficial, si creciera, se convertiría en un aparato burocrático ineficiente y no resolvería las necesidades crediticias de las miles y miles de pymes de nuestra economía.

¿Se puede construir un tejido empresarial sin crédito? ¿Se puede prescindir del apalancamiento financiero, es decir, que las empresas trabajasen sólo con sus recursos propios? Sería tan lento que no habría creación de trabajo ni consumo en muchos años. Sin crédito bancario, no funciona la economía moderna. Las soluciones no son fáciles.

Inyección imprescindible

Rebajar los coeficientes de liquidez y caja ha sido siempre la antesala de la crisis financiera; las experiencias pasadas lo dicen. La supervisión rigurosa de la banca es elemento imprescindible de la estabilidad económica.

Entonces, ¿qué hacer? Es el problema más grave de nuestra economía. Nadie tiene la solución. Ni un Gobierno sin dinero y cuyos parches a través del ICO se han mostrado insuficientes, ni unos banqueros vigilados estrechamente por sus supervisores.

Por eso, el PIB no remontará en los próximos meses. El consumo seguirá plano, incluyendo el de las AAPP. Las inversiones públicas y privadas, también.

Sólo nos pueden salvar el turismo o la exportación, las microempresas que no dependan del sistema financiero o las grandes que pueden presionar a la banca o financiarse en el extranjero ¿Será éste el cambio de modelo económico que busca el Gobierno?