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Daniel Moulin, Investigador del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra. Investigador asociado de la Unidad de Investigación de Religiones y Educación de la Universidad de Warwick

Por qué las escuelas religiosas judías son tan populares

jue, 19 may 2016 12:49:00 +0000 Publicado en The Conversation (Reino Unido)

Las escuelas privadas de la religión judía ortodoxa se han visto sometidas a un escrutinio en los últimos meses tras salir a la luz informes que afirman que hasta mil niños están siendo educados ilegalmente en escuelas no registradas. En un contexto de creciente regulación de las escuelas religiosas, entre ellas las musulmanas madrassas, los inspectores han advertido de que en algunas escuelas privadas religiosas los niños no están siguiendo un plan de estudios con un enfoque amplio.

Estos titulares ponen el foco en algunas escuelas no registradas e ilegales, pero estas representan una minoría extremadamente pequeña de los colegios con carácter religioso en el Reino Unido.

Mientras que las escuelas de la iglesia constituyen la inmensa mayoría colegios con carácter religioso en el Reino Unido, el judaísmo tiene la proporción más alta de plazas de  escuela religiosa por población de fieles en Inglaterra.

La clasificación de las escuelas judías en Inglaterra es compleja, ya que varían en su carácter religioso y en su ethos. Se puede hacer una distinción amplia entre las escuelas judías que pertenecen a la “corriente principal” y las que son “estrictamente ortodoxas”. Estas últimas tienen un ethos religioso más fuerte debido a la autoridad rabínica que los supervisa y a las comunidades religiosas de las que provienen sus estudiantes.

La demanda y la provisión de escuelas judías financiadas por el Estado han crecido significativamente en las áreas urbanas, donde hay una comunidad judía sustancial. El número de niños judíos que acuden a escuelas judías se duplicó entre los años 70 y 2008, de acuerdo con el Jewish Leadership Council. Algunos investigadores han argumentado que este crecimiento está impulsado por los temores de la asimilación y el deseo de las familias judías de contrarrestar las influencias nocivas de la sociedad en sentido amplio sobre sus niños.

Los defensores de las escuelas judías aplauden la mayor calidad de la educación general que proporcionan en comparación con otras escuelas financiadas por el Estado, lo que queda demostrado por el buen rendimiento de las escuelas judías en las tablas clasificatorias basadas en los resultados de los exámenes.

Sin embargo, la educación religiosa financiada por el Estado continúa siendo controvertida. Los opositores argumentan que la educación basada en la fe es injusta e incrementa la segregación y la división en la sociedad por motivos religiosos. Por su parte, aquellos que defienden las escuelas religiosas financiadas por el Estado argumentan que satisfacen las necesidades de minorías religiosas y son un derecho esencial de los padres en una democracia liberal. Conservan sus tradiciones en una sociedad secular que, en gran medida, no se ajusta a sus valores religiosos diferenciales. 

La vida en una escuela no judía

Algunos estudios sugieren que las escuelas judías pueden tener un efecto significativo en la formación de la identidad judía. Pero los análisis de las experiencias de estudiantes judíos en las escuelas no judías también es un buen modo de entender por qué las escuelas religiosas son tan populares.

He desarrollado un estudio a pequeña escala con entrevistas en las que analizaba las experiencias de 28 estudiantes judíos que iban a una serie de escuelas no judías de secundaria. Aquellos que acudían a escuelas no judías privadas o financiadas por el Estado consideraban a sus colegios como un reto, aludiendo a inquietudes como los incidentes de abusos antisemitas  o el hecho de que el calendario escolar entra en conflicto con los días sagrados judíos.

Algunas de las experiencias de los participantes me resultaron realmente impactantes, como escucharles que la palabra “judío” era usada por los compañeros no judíos como un insulto. Se trataba de un estudio a pequeña escala, así que no sabemos en qué medida son frecuentes estos tipos de comportamiento, pero es importante tener que cuenta que algunos de los estudiantes que afirmaban ser extremadamente felices en sus escuelas no judías también reportaban retos.

Estas cuestiones pueden considerarse como factores de “empuje” para la popularidad de las escuelas judías financiadas por el Estado. Entre los factores de “atracción” se encuentran la provisión de actividades y costumbres culturales judías y una comunidad escolar que es más favorable a impulsar los valores judíos y el conocimiento cultural del estudiante.

El fomento de la identidad

Con todo, la relación entre el ethos de una escuela religiosa judía y el de las familias a las que pertenecen sus estudiantes puede ser compleja. Un estudio de caso académico de una escuela judía de secundaria en Inglaterra mostraba que los estudiantes y los padres pueden entender su identidad judía de manera diferente a la dirección del colegio.

La identidad judía a veces se explica como una referencia a la historia compartida más que a una clasificación religiosa. Es por esta complejidad de la identidad judía por lo que la decisión de enviar a los niños a una escuela en particular puede no deberse a motivos religiosos. Este matiz en el razonamiento de los padres y estudiantes que les lleva a elegir una escuela religiosa puede ser pasado por alto por aquellos que se oponen a las escuelas religiosas basándose en que adoctrinan a los estudiantes, forzándoles creencias irracionales.

Algunos judíos creen que ir a escuelas no judías les prepara mejor para vivir en una sociedad multicultural o multirreligiosa, y que con ello también pueden ayudar a jóvenes no judíos a aprender sobre la cultura judía. El problema es que con menos estudiantes acudiendo a colegios no judíos, esos judíos que asisten a dichos colegios son más propensos a constituir una pequeña minoría entre su grupo de compañeros, con todas las implicaciones que esto puede entrañar.