Publicador de contenidos

Volver ¡No me toquéis las fiestas!

Joan Fontrodona, Profesor de Ética Empresarial del IESE, Universidad de Navarra

¡No me toquéis las fiestas!

vie, 16 dic 2011 12:21:00 +0000 Publicado en ABC.es

¿Se imaginan qué aburrida se volvería la vida si todas las fiestas fuesen los lunes? Al menos ahora tenemos de vez en cuando la alegría de tener un puente

Andamos alterados últimamente con la discusión sobre si las fiestas debieran cambiarse de fecha o no. El principal —por no decir único— argumento parece ser de pura eficiencia económica: los puentes nos cuestan mucho. Me imagino que quienes han hecho los números los habrán tenido en cuenta todos, y habrán sumado y restado adecuadamente. Porque los números siempre dependen de quién los hace y de cómo barre para casa. Además, ¿de cuántos puentes estaremos hablando en el año?: ¿dos?, ¿tres? Si el problema es el «acueducto» de diciembre, busquemos una solución a ese problema, que siempre será más fácil que cambiarlo todo. Bien mirado, quizás el problema no sean los días de fiesta, sino cómo hacemos rendir los demás días laborables.

Pero, ¿es que acaso se reduce todo a los números? Está demostrado que los factores emocionales tienen un impacto en la productividad de la gente; y que la novedad aporta siempre una reacción positiva. ¿Se imaginan qué aburrida se volvería la vida si todas las fiestas fuesen los lunes? Al menos ahora tenemos de vez en cuando la alegría de tener un puente; y eso nos hace estar más contentos, y seguro que más productivos.

Se pone como ejemplo el caso de los Estados Unidos. Pero allí no se les ha ocurrido mover el 4 de julio, ¿verdad?, porque es una fiesta que va ligada a un día concreto. Pues aquí, que tenemos una historia más milenaria que ellos, las fiestas van ligadas a un día concreto. Y la tradición y las costumbres son más importantes que la eficiencia. Por cierto,¡Felices Fiestas!