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Angela Aparisi Miralles, Catedrática de Filosofía del Derecho, Universidad de Navarra

La paz, fruto de la justicia

sáb, 08 oct 2011 11:28:00 +0000 Publicado en Diario de Navarra

La paz se ha convertido, hoy más que nunca, en un reto fundamental para nuestra sociedad global. Pero la paz no se construye en el vacío, la paz es siempre el resultado de la justicia. No de una justicia ideal o utópica, nunca alcanzable, sino de una justicia real, humana, de una justicia construida día a día, consistente en el respeto y garantía de los derechos más básicos de cada persona. De alguna manera, esta es la lucha que ha unido a las tres mujeres que acaban de recibir el Premio Nobel de la Paz de 2011: Ellen Johnson-Sirleaf, Leymah Gbowee  y Tawakul Karman. 

Ellen Johnson Sirleaf, liberiana, de 72 años, pasó a la historia al convertirse, en 2005, en la primera mujer elegida como jefe de Estado en el continente africano. En ese año asumió el poder de su país, asolado por guerras civiles que, desde 1989 a 2003, dejaron 250.000 muertos. Su herencia fue, por ello, una Liberia con una economía destruida, sin infraestructuras ni tejido social, y con una generación de jóvenes (más de 20.000 guerrilleros desmovilizados) a los que el conflicto les robó la infancia y la educación. Ante esa dramática situación, su objetivo fue impulsar la reconciliación nacional, sentar las bases de la paz, recuperar la autoridad de los ancianos y de la ley, luchando decididamente contra la corrupción. Economista, formada en Harvard, ha sabido compaginar su trabajo profesional con su papel como madre de cuatro hijos, y abuela de ocho nietos. Su imagen ha sido muy importante para millones de mujeres africanas que son el sostén de sus familias. Y lo será más ahora.

La presidenta liberiana comparte su galardón con la también liberiana Leymah Gbowee, la cual ha sido su ayudante y mano derecha durante varios años. Gbowee, de 39 años, es conocida por haber organizado el movimiento pacifista que logró poner fin a la segunda guerra civil en Liberia, en 2003, lo que posibilitó la elección democrática de Johnson Sirleaf.

Por su parte, Tawakul Karman, es una política yemení y activista pro-derechos humanos, que lidera el grupo de "Mujeres Periodistas Sin Cadenas", creado en 2005. Madre de tres hijos, ha luchado, y lucha, por la justicia en su país. Ha denunciado en primera línea, tanto antes como durante la 'Primavera Árabe', la falta de democracia y de oportunidades en Yemen.

El instituto noruego destacó en su argumentación la relevancia que tiene el hecho de que tres mujeres ostenten este año el Nobel de la Paz. Considero que también les une el que, ante circunstancias extremadamente difíciles y dramáticas, no hayan perdido la esperanza en una sociedad más justa y humana. Ese ha sido el motor de su lucha y su gran contribución a la paz.