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Antonio Aretxabala, Geólogo, Escuela de Arquitectura

Sicilia y el riesgo sísmico

dom, 01 jul 2012 07:38:00 +0000 Publicado en Ragusanews (Italia)

La zona oriental siciliana, a los pies de los montes Iblei entre Siracusa y Agrigento, es la zona catalogada con el critero de mayor peligrosidad sísmica italiana, como se puede ver en el mapa (abajo).

Eso quiere decir que se tiene muy en cuenta a la hora de construir, es de obligado cumplimiento con el Eurocódigo 8. Desde que entraron en vigor las normas de construcción anti-sísmicas en toda Europa se cumple a rajatabla. Por otro lado, Italia ha llevado durante años una labor de "inspección técnica" de edificios anteriores a las normativas que es la envidia de muchos estados europeos. No en vano Italia es el país del mundo con más patrimonio de la humanidad, una buena parte de su industria y economía se relaciona con el turismo cultural, por ello se emprendió desde hace décadas una labor de refuerzo estructural de muchos edificios, especialmente los históricos del patrimonio.

Alrededor de los años cincuenta, los técnicos, ingenieros, arquitectos y geólogos italianos buscaron nuevas técnicas para reforzar las estructuras de los edificios históricos y evitar que sus construcciones continuaran dañándose por los siempre inesperados terremotos. Una de las primeras ténicas fueron los cosidos armados. Consistí­a en realizar perforaciones rotativas con un diámetro hasta de 40 mm; después se introducían las barras de hierro y se inyectaban a presión lechadas de cemento Portland o de resinas; de esta manera, se rellenaban los huecos y se mejoraban las propiedades de las fábricas antiguas (consolidando las partes adyacentes). Más tarde se vieron inconvenientes de carácter físicoquímico.

A partir de mediados de los años 50 se comienza a reforzar el terreno con micropilotes, se conocen las propiedades de los suelos y su influencia sobre los edificios. Hoy Italia es pionera en este tipo de tecnologías de refuerzo y ayuda a otras naciones como España (por ejemplo en Lorca), en el conocimiento de las técnicas de refuerzo del patrimonio.

No obstante, los edificios antiguos confiaban su estabilidad a las fuerzas de compresión, ese era su espíritu y debería seguir siéndolo; hoy las fibras naturales y artificiales y la cultura del hormigón cuenta con las fuerzas de tracción; Assisi en 1997 fue testigo de la discutible eficiencia de contar con ellas en este tipo de edificios que no se pensaron para ese tipo de esfuerzos.

Nunca podemos estar tranquilos con los terremotos, deberemos aprender a convivir con ese fenómeno natural de por sí inofensivo como una tormenta o como la nieve, es nuestro medio artificial el que es vulnerable: las ciudades, donde nos aglutinamos, son las que se han y nos han hecho vulnerables. Europa necesita revisar no solamente su determinista concepción de las ocurrencia periódica de estos fenómenos, también el criterio de urbanismo en el siglo XXI. En 2020 más del 60% de la población viviremos en ciudades, en diez años 100 millones de chinos abandonarán el campo y vivirán en ciudades de todo el mundo.

Francia de manera muy valiente, ya tiene en vigor desde el día 1 de mayo de 2011 una normativa no determinista, sino probabilística. Ello implica el haber multiplicado en algunas zonas por tres y por cuatro la aceleración básica esperable, sus fronteras con España o Italia conllevan valores de ese parámetro sísmico que con el simple cambio de frontera ya se considera el triple o más. Podemos ver mapas de riesgo sísmico franceses con aceleraciones básicas de 0,30g (g es la, aceleración de la gravedad) a los dos lados de las fronteras con España o Italia y en el lado español o italiano aparcer con 0,08g ó 0,16g. Es una proyección futura de inspección técnica de edificios y de refuerzo de zonas patrimoniales, una inversión obligada hecha por políticos bien asesorados y valientes.


Es otra de las cosas que Europa debe unificar: el riesgo sísmico, tanto al nivel de las piezas del sistema: edificios como del sistema mismo: las ciudades. Además de una educación de la ciudadanía que carece de esa cultura, una cultura que salva vidas.

Sicilia es el lugar mejor estudiado símicamente de Europa, los lugares "Patrimonio de la Humanidad" en Italia están "casi bendecidos", aunque aún mucho trabajo queda por hacer, Italia es el lugar que mejor reforzados están, aunque la introducción del hormigón armado es discutible (Assisi 1997) se sabe ahora que hacer trabajar cúpulas y otros elementos a "tracción" de forma artificial no es tan seguro como se pensaba.

La ritmicidad y la cantidad de eventos sísmicos y su magnitud que afecta ahora a Sicilia muestra que es una bolsa de magma y un juego de fallas, hay que estar alerta, cuando los terremotos son muchos y seguidos es una liberación de energía, no es tan malo, al contrario que en Emilia Romagna que no pasó nada durante 450 años, se sufrió una amnesia sísmica, y mientras, se cargó de energía, así que un día de mayo de 2012 la descargó de golpe, eso es lo peor...

LAS FALLAS DE SICILIA ORIENTAL

Paciencia, como en El Hierro en España y en Hawai, USA, o Islandia, viven con terremotos todos los días, y a confiar y esperar que las normas, los ingenieros, arquitectos y los geólogos hagamos nuestro trabajo y nos apoyen desde las administraciones, casi lo peor para pedir en esta época de recortes, pero es lo que tenemos y hasta ahora ha funcionado, en el lugar mejor reconocido de Italia, la vulnerabilidad sísmica está muy amortiguada, mucho más que en 1693, 1980 o 1990; el siglo XXI ha traído algo bueno: el conocimiento holístico del medio y de nuestras ciudades, con sus fallos eso sí, y algo muy malo que es el peor de los enemigos de esta evolución positiva: la especulación, que no permite desarrollar buenas armas para protegernos, pero eso es otro tema muy complejo, pertenece a Europa y deberá debatirse en Europa, aunque no cabe duda de que el siglo XXI ha traído algo bueno, al menos para empezar hay que reconocerlo.

Para paliar desastres sísmicos hay que atender a 3 cuestiones fundamentales:

1. Normas sismorresistentes de construcción: en Italia la cuestión es notable, en Francia sobresaliente.

2. Urbanismo y microzonación sísmica, Italia y Europa suspenden, aprueba Turquía.

3. Educación de la población: Italia y Europa suspenden.

En la mentalidad de nuestros dirigentes y expertos el escenario sísmico sigue siendo una pieza del sistema: el edificio y su estructura, a veces, pero pocas, el diseño arquitectónico, y casi nunca la distribución adecuada del territorio a una realidad tridimensional muy dinámica. Se siguen publicando extensos trabajos de adecuación sísmica estructural, ductilidad y resonancia de edificios y estructuras; se siguen refinando las normativas de construcción sismorresistente a veces ya difíciles de aplicar por sus casi imposibles exigencias. Al mismo tiempo que se avanza en esa labor ingenieril se siguen construyendo barriadas enteras sobre auténticas cajas de resonancia sísmica por que no se conoce el medio donde se edifican esas piezas (edificios) del sistema (la ciudad). Es otra de las herencias del "urbanismo sobre plano" del siglo XX que introdujo los criterios industriales de "especialización" en el diseño y trazado, bajo un prisma bidimensional, del territorio.

La sismicidad es un fenómeno que no se ha actualizado como otros aspectos culturales de Europa. Se ha olvidado. Nuestra historia europea está repleta de ejemplos de terremotos destructivos con intensidades por encima de VIII en la escala Mercalli. Por ello la amnesia de la población y de nuestros dirigentes parece dominar sobre los esporádicos brotes de interés cuando algo como lo de l'Aquila, Lorca o Ferrara nos levanta de nuestros sillones, nos hace reflexionar y alguna zona de Europa se llena de expertos.