El pasado martes 27 de octubre, el Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE) organizó un nuevo seminario que contó con la presencia de Javier Rupérez, embajador de España. Su doble faceta como  político y diplomático hacen de él protagonista y testigo de excepción a la hora de entender los entresijos de la política exterior que España estrenó en aquellos años, junto con la vuelta de la democracia.

Su propia trayectoria biográfica va ligada a algunos de los acontecimientos más relevantes de la política exterior del momento, que tuvo como objetivo prioritario la integración de España en el marco político europeo, democrático y occidental.

Rupérez relató cómo antes de la Transición tuvo ocasión de experimentar "la especial soledad" de España en el contexto de las relaciones internacionales. La dictadura de Franco, aunque contaba con relaciones de tipo comercial y de amistad con algunos países, había dejado a España fuera del entorno geoestratégico que le correspondía. Con la llegada de la democracia, quienes se ocuparon más de cerca de las relaciones exteriores de España consideraron que una de las prioridades debía ser la "normalización" de España en el entorno de las democracias occidentales y su inclusión en los organismos comunitarios que se habían ido configurando desde la Segunda Guerra Mundial.

Javier Rupérez trabajó como Jefe de Gabinete de Marcelino Oreja, Ministro de Exteriores en los dos primeros gobiernos del presidente Suárez. El relato de los sucesos políticos del momento se entremezcló en su exposición con las anécdotas personales del ponente, testigo de las vacilaciones de Suárez ante la compleja cuestión de la OTAN y de la ambigüedad de algunas de sus decisiones, como la de asistir a La Habana a la cumbre de los No Alineados o la de recibir en la Moncloa al líder palestino Yasir Arafat.  

El embajador relató con detalle la decisión de celebrar en Madrid la tercera de las Conferencias de Seguridad y Cooperación en Europa (1980-1982), foro político en el que se hicieron evidentes las tensiones internacionales de la Guerra Fría, al coincidir con acontecimientos como la invasión de Afganistán por la URSS y el golpe de estado polaco. Años decisivos en los que España convirtió la incorporación a la OTAN en el eje principal de su política exterior, culminando la adhesión en mayo de 1982.  

Javier Rupérez se convirtió  entonces en el primer embajador de España ante la OTAN. El juego de las relaciones internacionales en aquellas circunstancias, así como la vivencia desde el Gobierno y desde el partido de UCD, que se encontraba en la recta final de su existencia y sometido a una fuerte presión por parte de la opinión pública y la oposición socialista, fueron otros de los aspectos presentados por Rupérez. Al final de la sesión el ponente respondió a preguntas de los asistentes que se interesaron por el papel de la prensa en aquellos años, su vivencia del 23F, las relaciones de España con el Este y el mundo soviético y otros aspectos vinculados a la entrada en la OTAN.