2018_10_29_FYL_noticia_arqueologia_museos

“Los museos deben dar datos científicos y fiables, pero no tenemos que quedarnos solo en eso. Por mucha información que demos, a veces no llegamos a las personas, porque se aprende lo que se ama, lo que se siente”. Así lo ha afirmado Susana Irigaray, directora del Servicio de Museos del Gobierno de Navarra, en un seminario impartido a los alumnos del diploma de Arqueología de la Universidad de Navarra.

La conferencia, que tuvo lugar el pasado 25 de octubre, se centró en la arqueología y los museos. Asimismo, Irigaray realizó una revisión de la relación entre ambos campos, sobre todo en la exposición de colecciones y la labor de reconstrucción del pasado que se ofrece a la sociedad. En su intervención también estableció la necesidad de presentar recursos que faciliten la compresión cultural en los museos donde, aseguró, “muchas veces falta la contextualización de los materiales o aparecen distorsiones que no permiten el acceso al discurso histórico”.

Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca, en la especialidad de Prehistoria, y antigua alumna de la Universidad de Navarra, donde cursó sus primeros tres años de carrera, la conferenciante remarcó la necesidad de estos recursos como comienzo de una transformación de la trasmisión histórica en los museos arqueológicos. “Según una estadística sobre museos que el Ministerio de Cultura presentó en 2016, de los 1504 museos de España, solo 191 se definen como arqueológicos”, señaló. Asimismo, aseguró que “se encuentran por debajo de la media de visitas, con 35.311 visitantes, tres veces menos que los museos de Historia del Arte”. Frente a estos datos, Irigaray propuso una forma práctica y novedosa de atraer visitantes y fomentar el aprendizaje “como establecer textos, videos, dibujos explicativos, el uso de la realidad virtual como la del Museo Arqueológico Nacional, o actividades lúdicas como juegos, disfraces o las propias visitas guiadas”.

Con el objetivo de formar la capacidad crítica de los estudiantes, la experta criticó las distorsiones cometidas, a su juicio, en los museos, como el uso de mapas políticos actuales para la explicación de sucesos anteriores a la organización territorial moderna; la falta de arqueología de género, afirmando que “la mujer sigue suponiendo menos del 10% de las imágenes”; la exaltación de un yacimiento estrella sin la argumentación pública que lo refleje; o la representación continua de objetos del mundo simbólico que solo representa “a una pequeña facción de la sociedad”.

Por otro lado, en su intervención destacó algunos museos estatales, como el Museo Arqueológico Nacional; los proyectos locales, como el Museo de la Evolución de Burgos; o los museos abiertos representados por los parques arqueológicos o los yacimientos musealizados. Dentro de la comunidad de Navarra, resaltó algunos yacimientos como Las Eretas de Berbinzana o Santa Criz de Eslava.