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Un “atrapanieblas” para la Pamplona de Perú

Alumnos y graduados de la Universidad instalarán el próximo verano un sistema de agua potable para este suburbio de la ciudad de Lima

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Parte de los alumnos y graduados que participan en el proyecto, junto al prototipo del "atrapanieblas". De izquierda a derecha, Carmen Bistuer (Escuela de Arquitectura), Nora Escribano (Facultad de Ciencias), David Soler (Facultad de Comunicación), Ángela Abascal (Escuela de Arquitectura) y Tommaso Cancellario (Facultad de Ciencias) FOTO: Manuel Castells
28/11/17 17:51 Lucía García Fernández

Un grupo de alumnos y recién graduados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra instalarán este verano un “atrapanieblas” en Pamplona, un barrio situado en la ciudad de Lima (Perú), que comparte nombre con la capital navarra.

Se trata de un sistema para conseguir agua potable, que se situará en los puntos altos de este suburbio, permitiendo el abastecimiento de agua a las viviendas y zonas públicas. El “atrapanieblas” condensa la humedad del ambiente aprovechando que una de las principales características de Lima es su abundante niebla.

El proyecto, llamado “Regeneración urbana con criterios de sostenibilidad en asentamientos informales. Caso práctico: Pamplona, Lima, Perú”, empezó a desarrollarse hace cinco años en el departamento de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura y su objetivo es el de intentar aplicar soluciones de diseño urbano sostenible en diferentes ámbitos a nivel mundial.

El objetivo ahora es llevar esta práctica a los barrios originados de manera informal y espontánea, y, en este caso concretamente, aplicarlo al barrio pamplonés que surgió en 2004 en forma de asentamiento y que hoy ya está legalizado en la capital peruana. “Nuestra propuesta consiste en regenerar ese barrio mejorando la vida de los habitantes mediante soluciones de diseño urbano sostenible”, afirma Ángela Abascal, recién licenciada y autora principal del proyecto.

Viajará con ella Carmen Bistuer, alumna de quinto curso que, junto con Beatriz Almeida, empezó a colaborar en el proyecto el año pasado. “Este último año hemos integrado un nuevo sistema de recopilación de datos llamado GIS (Geographic Information System) que permite la obtención de más información de la que se poseía hasta ahora”, explica Beatriz.

Afirma, además, que “se trata de un barrio con muchos problemas a nivel topográfico, aunque el principal escollo es el límite físico y económico que existe entre el barrio y la zona de Monterrico, materializado con una valla a la que se denomina el ‘muro de la vergüenza’”.

Junto con el sistema de agua potable, los autores del proyecto han propuesto limpiar las calles de escombros, introducir el transporte público, mejorar las conexiones con la ciudad, incorporar el carril bici y dotar al barrio de una imagen renovada. Además de la creación de unas macromanzanas que permitirán organizar el tránsito en el barrio; ya que ahora mismo, por tratarse de un asentamiento informal, no existe dicho orden establecido.

Proyectos Solidarios de Tantaka

Este proyecto, al que se han sumado alumnos de otras facultades, entre ellos varios estudiantes peruanos, ha sido el ganador de la primera Convocatoria de Proyectos Solidarios de Tantaka, el banco de tiempo solidario de la Universidad, en colaboración con la Escuela de Arquitectura. Estos premios, dotados con 3000 euros, ayudan a los autores a implementar sus proyectos en las condiciones y situación para los que fueron creados. El proyecto ha contado con la colaboración de Leroy Merlin y Arvena, que han abastecido con los productos necesarios para la elaboración del primer prototipo.

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