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Volver 2013_09_25_FYL_La educación es la única herramienta

"La educación es un arma letal"

Sancho Guindano, alumno de 4º de Magisterio, ha hecho prácticas este verano en la India

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Sancho Guindano Laborda con algunos de sus alumnos, en Ankleshwar.
FOTO: Cedida
25/09/13 08:18 Fina Trèmols

"La educación es un arma letal, es la puerta a una vida digna. Los Jesuitas educan a esos niños para que en un futuro puedan conseguir un trabajo digno", así resume Sancho Guindano sus dos meses de prácticas este verano en Ankleshwar, una misión de los Padres Jesuitas en el Estado de Gujarat,  al Noroeste de la India.

Sancho (Javier, 1991) estudia de 4º de Magisterio-Primaria en la Universidad de Navarra. "La misión, explica, cuenta con una escuela y un internado, en total hay unos 600 niños y niñas de los que en la India llaman «intocables», la casta más baja: las tribus adhivasis. En su mayoría son Hindus y Musulmanes, y una pequeña minoría de católicos. La religión no es un impedimento para ingresar en el colegio, pues según el P. J. Joaquín Castiella, «todos son hijos de Dios»".

Allí se habla gujarati, una lengua indo-aria que tiene un alfabeto distinto. "Me topé con la dificultad del idioma, sigue Sancho, por eso impartir las clases que pretendía fue todo un reto". A los pocos días de llegar allí se encontró con unas baterías que estaban inservibles y una guitarra. Tenía material suficiente para organizar un Aula de Música. Se apuntaron 20 alumnos.  El primer día lo dedicaron a recomponer los bombos y las cajas. "Tienen otro ritmo, asegura Sancho, les enseñé coordinación de las dos manos y llevar el tiempo". Aprendieron la canción "Resucitó", compuesta por Kiko Arguello, pidió ayuda para que se la tradujeran al gujarati y la estrenaron en la Misa del domingo en Iglesia de la misión.

Sancho ha regresado a Pamplona con muchas ganas de volver a Gujarat, y con el convencimiento de que ahora ve las cosas de otra manera. "Lo material no da la felicidad. Esos niños no tienen nada, muchos no tienen ni zapatos ni calzoncillos, y comen solo dos platos al día; sin embargo sus rostros son el espejo de la alegría. Con 100€ podemos dar de comer y escolarizar a un chico durante un año".

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"Esos niños no tienen de nada, sin embargo sus rostros son el espejo de la alegría"

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