“La apreciación del Bitcoin de los últimos días, superior al 30%, no es señal de que los criptoactivos sean un activo refugio”. Así lo afirmó en la Universidad de Navarra la consejera del Banco de España Judith Arnal. En una charla organizada por el Master in Economics and Finance, además de Arnal, antigua alumna del centro académico, participaron Claudio Tebaldi, del Algorrand Fintech Lab de la Universidad de Bocconi, y el catedrático de la Facultad de Económicas de la Universidad  Antonio Moreno. 

En su intervención, Arnal explicó que “los estudios prueban que hay un incremento en la conciencia del público sobre los criptoactivos, pero que ha disminuido el nivel de comprensión sobre ellos”. Por eso, ahondó en los riesgos que existen en la cadena de funcionamiento de las criptomonedas. Así, mencionó los riesgos medioambientales derivados del empleo de mecanismos de consenso como el proof of work, los riesgos tecnológicos presentes en los puentes entre blockchain, los mecanismos de consenso, billeteras y plataformas de intercambio, los riesgos financieros derivados de una fuerte volatilidad o unos mecanismos de gobernanza y control más laxos. También se refirió a posibles evasiones fiscales, blanqueamiento de capitales u otras actividades ilícitas. Y dejó claro que “si quieres invertir en criptoactivos, solo hazlo con lo que estás preparado para perder”.

Arnal habló también de la intervención que se está llevando a cabo desde el sector público en el ámbito regulatorio y en la exploración para introducir monedas digitales de bancos centrales. En este sentido, subrayó la aprobación por parte del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea de estándares para los requerimientos de capital por tenencias de criptomonedas por los bancos y destacó la importancia de la posible introducción entre los bancos centrales de la moneda digital “por razones de estabilidad financiera, de soberanía y de protección de consumidores de servicios financieros e inversores”. No obstante, aseguró que se debe “seguir confiando en los intermediarios financieros, establecer límites a las tenencias y desalentar el uso del euro digital como una forma de inversión para no privar a los bancos comerciales de los depósitos, su principal fuente de financiación”.

Inflación, burbuja y criptomonedas

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Navarra Antonio Moreno ahondó en la intención de las criptomonedas de crear un sistema monetario alternativo. “Proponen un sistema de monedas globales, con pagos desintermediados de los bancos comerciales y con un registro de transacciones conocido como blockchain. También persiguen el acceso al dinero y crédito a personas sin capacidad de tener cuentas en bancos, por ejemplo, en países con pocos recursos”, señaló.

En esta línea, incidió en que los objetivos de los bancos centrales son la estabilidad financiera y de precios. “Luchan contra la inflación y los pánicos financieros con sus herramientas, tipos de interés y préstamos a la banca”, señaló. Aunque el sistema cripto también persigue estos objetivos, indicó que “las criptos variables no han conseguido estabilizar la inflación, sino que han creado burbujas enormes, y las estables no están exentas de problemas, como se vio en los casos de Terra y Luna”. 

Por último, Claudio Tebaldi, de la Universidad de Bocconi, destacó el papel del blockchain como infraestructura de útil implementación para el sistema financiero, también para el tradicional. Remarcó su protocolo de consenso para verificar las transacciones, así como su capacidad de albergar contratos inteligentes que se ejecutan basados en la información presente en ese registro digital. “En la medida que funcione con eficacia y gane reputación, se podrá escalar en la infraestructura de pagos”, apuntó.

Finalmente, estableció algunos retos para el nuevo sistema e infraestructura de pagos digitales, como encontrar un nuevo equilibrio de mercado, establecer las condiciones para su confianza y seguridad, identificar los riesgos financieros que se puedan generar, así como encontrar una gobernanza y regulación adecuada. La transición hacia este mecanismo será fluida y “para lograrla se tiene el tiempo y el dinero, pero se necesita a gente competente con buenas ideas para hacer al sistema más fuerte, resistente y seguro”, concluyó.