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MÚSICOS, ESCRITORES, EMPRESARIOS... EN LAS AULAS

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REPORTAJE
Hay muchos estudiantes de la Universidad de Navarra que consiguen un hueco en el día para hacer otras cosas además de estudiar. Por ejemplo, escribir libros, dar conciertos por España u otros países europeos, montar un negocio en tiempos de crisis o llevar a cabo proyectos para intentar salvar vidas en otros continentes. Son alumnos de la Universidad que, a la vez que estudian una carrera, dedican una parte de su día para conseguir que esa actividad que tanto les apasiona, sea algo más grande. Constancia y esfuerzo son las palabras que los definen. Estas son sus historias. María Luisa Guerrero

"He sido un emprendedor, aunque sea de manera informal, toda mi vida. No es algo que se decide, o por lo menos, yo nunca lo he hecho. Creo que alguien se vuelve emprendedor cuando algo no le gusta y actúa para mejorarlo. Hay muchos por ahí que no lo saben", afirma Rafael Navarro-Rubio Coello de Portugal, alumno de 4º curso de Derecho. Él ha creado un portal de pisos de alquiler para estudiantes, buscando que al universitario no le falte de nada a la hora de encontrar su piso ideal. "Hemos preguntado a una multitud de universitarios cómo sería su inmobiliaria perfecta para ponerlo en práctica: con una búsqueda intuitiva y rápida, podrán tener un contrato que proteja sus derechos con un precio por debajo del valor de mercado". Sin embargo, Rafael es consciente de la época de crisis que estamos viviendo y obviamente, a la hora de emprender, reconoce que hay que hacerlo con cabeza.

Por ello, este joven utiliza un método muy interesante llamado "Lean Startup", que te guía a la hora de crear una empresa de forma que ésta sea viable. Según este universitario, la mayoría de emprendedores gastan mucho dinero y tiempo en un proyecto que todavía no saben si realmente será demandado o no. La clave está en gastar los mínimos recursos posibles para crear lo que se llama un "producto mínimo viable", y así saber si el proyecto soluciona una necesidad real o no. De funcionar y de ser cierta la propuesta, es el momento de pensar en grande.

"Creo que alguien se vuelve emprendedor cuando algo no le gusta y actúa para mejorarlo. Hay muchos por ahí que no lo saben"

Solucione o no una necesidad real, Rafael ya está pensado a lo grande estando aún en su etapa universitaria. Y no es la primera vez que se embarca en una aventura similar. Hace un tiempo decidió montar un negocio de camisetas, aunque reconoce que le fue bastante mal: "¿El principal problema? Fui yo ―afirma Rafael―, cometí todos los errores que un emprendedor novato puede hacer". Pero en este negocio cuenta con una ventaja; ya no es novato y ha aprendido de los propios errores.

Sea como fuese, Rafael sabe compaginar muy bien sus estudios universitarios con este negocio: "Cuando estamos en exámenes finales actúo como los opositores; me levanto a las cinco de la mañana y estudio hasta las dos de la tarde. A partir de ahí hasta las nueve de la noche tengo tiempo para otras cosas, y cuando me acuesto, no me da la sensación de que lo único que he hecho ha sido estudiar".

Pasión por la literatura

Otra estudiante de la Universidad de Navarra que no se queda con los brazos cruzados es Beatriz Sánchez Tajadura, estudiante de 4º de Periodismo y Filosofía. Ella también quiere cambiar las cosas, pero lo hace a través de la cultura. Con solo 17 años publicó su primer libro "Cuarto de Sol en el cielo", aunque esta era ya su octava novela. Amante de la filosofía, escribió un libro sobre Platón. "Estaba en clase de Filosofía y mientras que el profesor explicaba la teoría de los dos mundos de Platón, yo en mi cabeza lo estaba viendo como una gran historia, como una película". Aunque parezca increíble, escribió este libro en solo un fin de semana. Un día, una compañera de clase le pidió que le explicase esta teoría, y ella, le dejó el relato pensando que le ayudaría más. Lo leyó y, aparte de que le encantó, el examen le salió genial. "Yo nunca había enseñado ninguna de mis novelas, pero a partir de ahí  pensé que tal vez ayudaba a los demás y que no debía tenerlo escondido en mi cuarto", explica Beatriz. Y el libro se extendió tanto que se convirtió en lectura obligatoria, tanto en los institutos como en Selectividad, en algunos lugares de Castilla y León; Burgos, Zamora, Salamanca...

Beatriz S. Tajadura ha sido premiada muchas veces por sus trabajos; ganó el Concurso Nacional Relato Corto Coca-Cola, también consiguió el premio Crónica Parlamentaria 2012 del  Gobierno de Navarra, y ha sido premiada en dos ocasiones en el Concurso Relato Corto Literaria Caja de Burgos. Además fue ponente en la Jornada de Excelencia Literaria de la Universidad de Navarra 2011 y ha participado en la Feria del Libro de Burgos 2010 y en la de Madrid 2010. Sin embargo, ella recuerda con especial cariño un premio que recibió en 1º de Bachiller, llamado Las Candelas. "Ganar ese concurso había sido siempre para mí una meta ―recuerda Beatriz—, mandé tres relatos con un seudónimo distinto cada uno, y cuando fui a la entrega de premios, me dijeron que había ganado el primer, el segundo y el tercer premio".

"Me organizo muy bien; tengo conciencia del tiempo. Siempre estoy pensando en algo, en cómo darle forma a una historia. La inspiración no llega, tienes que sentarte y provocarlo tú"

Ahora está escribiendo una nueva novela, que nada tiene que ver con la filosofía. Se trata de una novela realista, que cuenta la vida de una familia cuyo hijo se va a estudiar a Madrid; el cambio que experimenta y lo que sienten los padres... Además, colabora con la revista nacional Polar, la revista universitaria Nuestro Tiempo y la revista digital Vagón293. También, ha creado el Club de Lectura Divelas, para todos los estudiantes de la Universidad. Y fue una de los seis alumnos que pusieron en marcha la revista Alborada, una revista literaria que se publica cada tres meses, coincidiendo con las estaciones del año, abierta a todos los estudiantes, profesores y empleados, menores de 30 años, tanto de la Universidad de Navarra como de otras universidades, para que puedan dar a conocer sus poesías, relatos e incluso ilustraciones. Por si alguien aún lo dudaba, la escritura es su pasión. Aunque también tiene tiempo para hacer deporte: está federada en Atletismo.

Su sueño es la publicación de una novela que tenga tanto poder como para mejorar a todos aquellos que la lean. Beatriz cree en la fuerza de la cultura como el motor de cambio de la sociedad. Tan fuertes son sus convicciones, que cuando le robaron su bicicleta, más conocida como Lucrecia, escribió en Alborada, sobre este tema. Allí habló una sobre el "secuestro" de su bici: decidió dejar en la acera en la que había desaparecido Lucrecia un libro para que, cuando el ladrón volviese al lugar del crimen, se lo llevase y, después de leerlo, le devolviese finalmente su bicicleta. 

"Me organizo muy bien; tengo conciencia del tiempo. Siempre estoy pensando en algo, en cómo darle forma a una historia. La inspiración no llega, tienes que sentarte y provocarlo tú", afirma Beatriz. Como diría Picasso: Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando. Y ahí esta es la clave.

"Una vez que el disco vio la luz, tocamos en muchas ciudades españolas y, en verano, nos fuimos de gira a Irlanda"
Entre giras y grabaciones

Otro estudiante que cultiva su pasión y a la vez estudia es Javier Robles Izu, alumno del doble grado de Historia + Periodismo. Amante de la música, creo en 2008 Cero a la Izquierda,  junto a Juan José Escudero (guitarra) y Sergio Pérez (guitarra y coros), estudiantes de Económicas y Derecho; Daniel Lafuente (bajo); y Lucas Nicolay (batería y coros), alumno de Comunicación Audivisual. Se consideran amantes del rock urbano, referenciándose en grupos como Marea, La Fuga, Barricada o Extremoduro, pero mirando también a Bruce Springsteen, Rory Gallagher, Nirvana o Metallica. Ellos han conseguido transformar ese hobby inicial en algo más.

La aventura musical les llevó a sacar un álbum, La Vela Muda, en agosto de 2012. El álbum, que tiene a sus espaldas más de tres años de trabajo, fue producido por Iñaki Llareña, jefe de realización de 98.3 Radio, en su propio estudio. "Una vez que el disco vio la luz, tocamos en muchas ciudades españolas y, en verano, nos fuimos de gira a Irlanda", explica Javier Robles.

"Yo estudio dos carreras, trabajo en Radio Bit y en el Diario de Navarra, y además toco en un grupo de música; para mí la organización es la clave", explica Javier. "En el rock se paga por los tiempos de espera, eso es lo que decía uno de los Rolling Stones... Aunque toques a las once de la noche, todo está preparado desde las cuatro de la tarde. Me encanta leer y dedico las horas muertas antes de los conciertos a un buen libro".

En 2012 fueron los ganadores del concurso Pop-Rock, Cantautores de la Universidad de Navarra, y además, su trabajo ha sido reconocido con el premio del público en el XIX Certamen de San Adrián. Ahora están trabajando en un nuevo disco, pero antes, han estado tocando por varias ciudades de la geografía española, como Madrid, Burgos, Vitoria, Zaragoza, Santander, y obviamente Pamplona y alrededores. "A mí lo que me gusta es salir y tocar. Yo disfruto desde el momento en el que estoy en el coche escuchando la música, hasta cuando estoy descargando, y obviamente cuando estoy tocando. Es ir con tus amigos a hacer algo que te encanta y además... ¡te pagan!", explica Javier Robles. Ya han acabado la gira, y ahora toca centrarse en la grabación de su segundo álbum, que saldrá en otoño de 2014. Así lo explican en su blog.

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