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Educación liberal y cristianismo en la universidad

Seminario de profesores a cargo de José María Torralba

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El profesor José María Torralba fue presentado por el director de estudios de la Facultad de Teología, el profesor Juan Antonio Gil Tamayo. FOTO: Manuel Castells
20/05/14 13:42 Fina Trèmols

El director del Instituto de Antropología y Ética y profesor de Filosofía de la Universidad de Navarra, José María Torralba, dirigió el pasado jueves 15 de mayo un seminario a los profesores de la Facultad de Teología.

El ponente defendió la tesis de que lo "que comenzó en Bolonia, París, Oxford y Salamanca, y luego se desarrolló en Berlín, continúa vivo en algunos campus de Estados Unidos, como Columbia o Chicago. ¿Qué es lo que continúa vivo? La universidad como el templo de la educación liberal, es decir, como una institución que, según dice Newman, no se dedica «a la reforma moral de los estudiantes, ni a la producción mecánica; sino que su función es la cultura intelectual. Educa el intelecto para que razone correctamente en todas la materias, para que vaya en busca de la verdad y la alcance»".

Para Torralba, son de particular interés las asignaturas que conforman el core curriculum y que consisten, principalmente, en la lectura y discusión en pequeños grupos (15 alumnos) de las grandes obras de la literatura, la historia y el pensamiento, además de cubrir los fundamentos de ciencias naturales.

Una educación liberal se caracteriza por transmitir y actualizar la tradición cultural y sitúa al estudiante ante las grandes cuestiones de la existencia y le hace ver que, por ejemplo, preguntas como "¿qué es el ser humano?" o "¿en qué consiste la felicidad o la justicia?" no pueden esquivarse. Y que, aunque no sea fácil responderlas, hay respuesta. Esta sería la perspectiva sapiencial. Cabe también enseñar al alumno la capacidad de juzgar, de "hacerse cargo", de "captar" lo universal en lo particular o, en otras palabras, de arropar un dato particular con la idea que le corresponde y da sentido en el conjunto.

Y finalmente la educación liberal cultiva el interés por la verdad y la convierte en "la única moneda válida de la vida intelectual, moral y social. Esta puede ser una de las mejores aportaciones de la universidady puede influir notablemente en la sociedad". La reivindicación de la verdad ha sido uno de los temas centrales en el magisterio del papa emérito Benedicto XVI.

José María Torralba apeló a la necesidad de superar la falacia de la neutralidad, de modo que se haga patente la tradición (los presupuestos) desde lo que se propone cada doctrina o afirmación. Para ello se sirvió del concepto de "desacuerdo obligado" de Alasdair MacIntyre, filósofo escocés, quien además sostiene que en una auténtica universidad no cabe prescindir de la pregunta por Dios y que, en este sentido, a la teología y a la filosofía le corresponde desempeñar una función de mediación entre los diversos saberes. "En una universidad así, la teología se enseñaría como un fin en sí mismo y como una clave para la comprensión general. Y sería una tarea central de la filosofía investigar sobre la naturaleza de la relación entre la teología y las materias seculares", escribió MacIntryre.

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