“Ser sacerdote es no tener nada y tener todo a la vez”
Carlito Bernardes terminó el Bachillerato en Teología en la Universidad en 2012 y cinco años después, ya como sacerdote, ha regresado para estudiar la Licenciatura
Carlito Bernardes tiene treinta años y es natural de Abadiana (Brasil). Actualmente es alumno de la Licenciatura en Teología en la Universidad de Navarra. Cuenta que desde los 3 años tuvo la inquietud de ser sacerdote, cuando veía a los sacerdotes que iban al campo, donde vivía con su familia. Y recuerda con ilusión el tiempo que pasó en el Seminario Menor, en Sao Paulo, donde ingresó cuando tan sólo tenía 13 años.
Siempre sintió el apoyo de su familia para ser sacerdote, pero también tuvo quien no lo comprendió por su juventud: “Servir a Dios nunca es tiempo perdido”, solía decirles. En 2008 vino a estudiar el Bachillerato en Teología. Cuando terminó, en junio de 2012, volvió a Brasil. Se ordenó en septiembre de 2012. Allí ha ejercido como sacerdote diocesano hasta su regreso a Pamplona el pasado mes de septiembre: “Este es mi trabajo ahora, aunque resulta extraño. Te encuentras todo igual pero tú no eres el mismo. Después de la vida en una parroquia, coger una silla y sentarse a estudiar no es fácil”.
Sobre su etapa en el Seminario Internacional Bidasoa, donde se formó cuando cursaba el Bachiller en Pamplona, destaca la libertad que le inculcaron a la hora de tomar decisiones: “Empecé a crear mis propias convicciones, que luego me han ayudado como sacerdote. No hago las cosas porque alguien me las impone, sino porque yo, que estoy delante de Dios, quiero hacerlas”.
Agradece enormemente la ayuda recibida por parte de los benefactores para poder estudiar en la Universidad, y se emociona cuando cuenta que en la Universidad ha aprendido a ser “soldado para cualquier batalla”, como él mismo dice: “Debemos ser el comodín de la baraja para ayudar a la Iglesia donde sea y de la mejor manera posible”.
Es consciente de que en una sociedad materialista, donde prima el consumismo y la mentalidad hedonista, no se entienda el sacerdocio, que busca compartir los sufrimientos de la Cruz. Para explicarlo recuerda las palabras de Sta. Teresa de Jesús cuando decía “si Jesús envía los sufrimientos a sus mejores amigos, entiendo que no tenga muchos amigos”. “Ser sacerdote es ser otro Cristo. Debemos cambiar la publicidad del sacerdote, es no tener nada y tener todo a la vez”, asegura.