Soledad Becerril: “A los ciudadanos nos tiene que interesar la política porque nos afecta”
La ex ministra presenta su libro “Años de soledad” en la Universidad de Navarra
“La política es más que aprobar proyectos de ley. Se trata de ocuparse de las cuestiones públicas, de lo que afecta a las personas: el acceso a la vivienda, la gestión de residuos, la condición del transporte público…. Nos tiene que interesar a todos porque nos afecta a todos”. Así lo ha asegurado Soledad Becerril, ex ministra de Cultura, en su visita a la Universidad de Navarra.
En un seminario organizado por el Grupo de Investigación en Historia Reciente (GIHRE) de la Facultad de Filosofía y Letras, Becerril ha presentado su último libro, “Años de soledad”, una obra en la que rememora sus experiencias políticas y personales, en un tiempo donde el papel de la mujer en la vida pública era prácticamente inexistente. “Cuando llegué al Congreso, éramos 21 mujeres entre 350 diputados. La presencia de la mujer en la vida política es muy conveniente, por derecho, por su apreciación de las cosas, por la diferencia que existe con respecto al hombre en cuanto a su sensibilidad. Todo ello es una aportación muy necesaria”, ha explicado. Asimismo, ha señalado que “desde el punto de vista sociológico, en las últimas décadas ha habido un gran cambio en la situación de la mujer. Ahora existe una igualdad ante la ley, los mismos derechos y libertades, pero todavía quedan muchas cuestiones que resolver”.
Primera mujer en acceder al Consejo de Ministros desde la Segunda República, primera alcaldesa de Sevilla y primera mujer en desempeñar el puesto de Defensora del Pueblo, cuenta que a lo largo de su carrera política la soledad ha estado muy presente: “No por ser mujer, sino por tener una responsabilidad pública: aunque tengamos asesores, las decisiones las toma uno solo. En la política se viven muchos momentos de soledad”.
Después de casi cuatro décadas ostentando cargos públicos, asegura que se siente contenta por haber podido ayudar a los ciudadanos: “Como ministra, pues la cultura permite la cohesión social y la integración; es necesaria en la vida de un pueblo”. También ha recordado con satisfacción su experiencia como alcaldesa de Sevilla, que ha definido como una época de “cercanía a los ciudadanos y de administración de unos bienes públicos que conservar, gestionar y transmitir”. Asimismo, ha rememorado momentos trágicos como el asesinato del concejal Alberto Jiménez-Becerril y su mujer, Ascensión García Ortiz, en 1998.
Perspectiva de la TransiciónBecerril ha animado a los jóvenes a defender un “legado democrático” que ha valorado con optimismo. En este sentido, ha definido el Estado de Derecho como “el gran logro de España en el siglo XX y XXI”, y ha resaltado el espíritu de quienes protagonizaron aquellos años como el deseo de que España se asemejara al resto de países europeos.
Preguntada por los errores de la Transición, según Becerril “la organización territorial contemplada en la Constitución no fue clara y se ha convertido, desde entonces, en un motivo de reivindicación por parte de las Comunidades Autónomas, en permanente inconformidad”. Además, ha afirmado que hay competencias que el Estado no debería transmitir, como la supervisión del sistema educativo o de los libros de texto.