SOS Filipinas
Alexandra Gemperle, alumna filipina de la Universidad, da voz a la comunidad de estudiantes del país asiático que se ha movilizado para ayudar a sus compatriotas
Es muy doloroso ver a la gente de tu país sufriendo, y aún más difícil cuando estás lejos de casa. Cuando vimos la devastación que ha sufrido nuestra tierra por el Tifón Haiyan, los alumnos filipinos que estudiamos en la Universidad de Navarra nos sentimos, al principio, impotentes. Nuestras cuentas de Facebook y Twitter estaban inundadas de imágenes que mostraban la destrucción en las provincias de Samar y Leyte, y la desesperación de la gente en la ciudad de Tacloban, donde se estima que fallecieron más de 10.000 personas.
En ese momento llegó también la frustración al ver la situación de nuestros compatriotas, y al ser esa la imagen de Filipinas que se está mostrando al mundo. Porque Filipinas es en realidad un país hermoso, con selvas interminables y playas preciosas. Y con su gente y su optimismo eterno: su verdadero tesoro.
Poco a poco, las noticias de los muertos y los daños que causó Haiyan fueron reemplazadas por llamadas a la acción. Los filipinos, que son los mayores usuarios de las redes sociales en el mundo, comenzaron a movilizarse. Aquí en Pamplona, nuestra frustración se convirtió en inspiración, y decidimos hacer algo para ayudar a las víctimas de esta tragedia.
Hemos recibido apoyo desde la Universidad, y estamos colaborando con UAS-Tantaka en su Campaña de Navidad, para recaudar dinero y ver si es posible enviar también bienes de relieve a las áreas más afectadas.
Además, hemos organizado una fiesta solidaria este sábado, 16 de noviembre, en el bar Valentino para recaudar fondos para la Cruz Roja. Así, la gente puede disfrutar mientras ayuda a las víctimas de Haiyan en Filipinas.
Y mientras escribo esto, estoy con otras estudiantes filipinas en el hall de la Facultad de Comunicación vendiendo repostería y pulseras para recaudar aún más fondos.
Me ha dejado sin palabras la preocupación que demostrado la gente que se nos ha acercado, y su voluntad de contribuir a nuestra causa. No creo que sepan lo mucho que están haciendo; un euro equivale a muchos pesos. Ha sido realmente increible ver como las personas ayudan en ocasiones como ésta; sobre todo, teniendo en cuenta lo lejos que está la gente a la que se ayuda.