Publicador de contenidos

Volver 2013_02_12_Alumnos de 1º de Teología analizan en clase de latín la declaración de renuncia del Papa

Alumnos de 1º de Teología analizan en clase de latín la declaración de renuncia del Papa

La profesora Trigo ha traducido al castellano el mensaje del Papa.

12/02/13 13:49 Isabel Solana

Los alumnos de primer curso de la licenciatura en Teología han analizado en clase de latín la declaración que realizó ayer Benedicto XVI, con la que anunció que el 28 de febrero renunciará a su ministerio. La profesora de la asignatura es Carmen Trigo, profesora de Latín en las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra.

 

 

 

 

 

 

La declaración completa en latín

La declaración completa en castellano

Declaratio

Declaración

Fratres carissimi:

Non solum propter tres canonizationes ad hoc Consistorium vos convocavi, sed etiam ut vobis decisionem magni momenti pro Ecclesiae vita communicem. Conscientia mea iterum atque iterum coram Deo explorata ad cognitionem certam perveni vires meas ingravescente aetate non iam aptas esse ad munus Petrinum aeque administrandum.

Bene conscius sum hoc munus secundum suam essentiam spiritualem non solum agendo et loquendo exsequi debere, sed non minus patiendo et orando. Attamen in mundo nostri temporis rapidis mutationibus subiecto et quaestionibus magni ponderis pro vita fidei perturbato ad navem Sancti Petri  gubernandam et ad annuntiandum Evangelium etiam vigor quidam corporis et animae necessarius est, qui ultimis mensibus in me modo tali minuitur, ut incapacitatem meam ad ministerium mihi commissum bene administrandum agnoscere debeam. Quapropter bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commissum renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20, sedes Romae, sedes Sancti Petri vacet et Conclave ad eligendum novum Summum Pontificem ab his quibus competit convocandum  esse.

Fratres carissimi, ex toto corde gratias ago vobis pro omni amore et labore, quo mecum pondus ministerii mei portastis et veniam peto pro omnibus defectibus meis. Nunc  autem Santctam Dei Ecclesiam curae Summi eius Pastoris, Domini nostri Iesu Christi confidimus sanctamque eius Matrem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in eligendo novo Summo Pontifice materna sua bonitate assistat. Quod ad me attinet etiam in futuro vita orationi dedicata Sanctae Ecclesiae Dei toto ex corde servire velim.

Queridísimos hermanos:

No sólo os he convocado a este Consistorio por las tres canonizaciones, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Tras examinar mi conciencia una y otra vez ante Dios para llegar a un conocimiento cierto, he encontrado que, por el peso de la edad, mis fuerzas ya no son aptas para llevar a cabo adecuadamente el oficio de Pedro.

Soy bien consciente de que este oficio, de acuerdo con su esencia espiritual, no sólo debe cumplirse actuando y hablando, sino también -no menos- sufriendo y rezando. Sin embargo, en el mundo de nuestro tiempo, sujeto a rápidos cambios y perturbado por cuestiones de gran peso para la vida de la fe, para gobernar la nave de san Pedro y para anunciar el Evangelio se necesita también cierta fuerza de cuerpo y de alma que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal modo que debo reconocer mi incapacidad para llevar a cabo bien el ministerio que se me ha encomendado. Por esta razón, muy consciente del peso de este acto, declaro con plena libertad que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro, que me encomendaron los cardenales el 19 de abril de 2005, de tal manera que desde el día 28 de febrero de 2013 a las 20 h., la Sede de Roma y la Sede de san Pedro queda vacante y debe convocarse un Cónclave para elegir un nuevo Sumo Pontífice por parte de aquellos a quienes compete.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de todo corazón por todo el amor y el trabajo con el que habéis llevado conmigo el peso de mi Ministerio y os pido perdón por todos mis defectos. Ahora confiamos la Santa Iglesia de Dios al cuidado de su Supremo Pastor, nuestro Señor Jesucristo, y pedimos a su Madre, santa María, que asista con su bondad maternal a los cardenales en la elección del nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí se refiere, en el futuro quiero servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la oración. 

Benedictus PP. XVI

Benedicto XVI

 

BUSCADOR NOTICIAS

BUSCADOR NOTICIAS

Desde

Hasta