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“En este 2019, en España, la Arqueología debería profundizar en los aspectos de protección, conservación, restauración y adecuación a las visitas de aquellos lugares que, por su singularidad e importancia, merezcan tal tratamiento”. Así lo ha afirmado Manuel Martín-Bueno, catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza, en su visita a la Universidad de Navarra.

El experto ha impartido una conferencia a los alumnos del Diploma en Arqueología, de la Facultad de Filosofía y Letras, donde ha abordado los retos y perspectivas del sector: “Consideramos el patrimonio arqueológico como un recurso científico y patrimonial de primera magnitud y, en función de esa premisa, merece de atención adecuada por parte de las administraciones públicas responsables del mismo”, ha asegurado.

Preguntado por los desafíos a los que la Arqueología deberá hacer frente, tanto en el ámbito académico como científico, el profesor Martín-Bueno ha señalado que “una adecuada financiación es fundamental. Necesitamos disponer de los recursos humanos y materiales adecuados para llevar a cabo la investigación y posteriormente el acercamiento a la sociedad de las nuevas aportaciones”, ha añadido.

Según el experto, nuestro patrimonio arqueológico podría enfrentarse a un año “muy complicado” por la situación política que atraviesa el país: “No aprobar nuevos presupuestos significaría, previsiblemente, una ralentización de los proyectos. No soy optimista, pero hay que resistir y esperar tiempos mejores”.

Acompañado por Javier Andreu, Vicedecano de Alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra y director del Diploma en Arqueología, en su visita a Navarra, el profesor Martín-Bueno también ha tenido oportunidad de conocer el yacimiento de Santa Criz de Eslava: “Santa Criz y Los Bañales cuentan con una gestión especialmente sensible a los problemas generales y particulares, tanto científicos como educativos. Además, han sabido enlazar muy bien con las administraciones responsables y con la sociedad, lo que permite fuentes alternativas y complementarias de financiación”, ha asegurado. También ha afirmado que “son un buen ejemplo a seguir que, sin duda, se han inspirado en otros modelos anteriores, pero han introducido aspectos específicos aprovechando las nuevas tecnologías, especialmente de la comunicación, que multiplican los efectos positivos”. “Investigar para hacer progresar la ciencia, educar para conocer, conocer para proteger, son máximas que no deben olvidarse”, ha concluido.