Una apuesta personal por el conocimiento
La Universidad celebró la investidura de 181 doctores procedentes de 33 países

FotoManuel Castells/
10 | 06 | 2025
"Sois más necesarios que nunca. Si la mejora de la sociedad siempre ha dependido de esa apuesta por el conocimiento, estamos en un momento en que esto es una necesidad urgente". Con estas palabras se dirigió la rectora de la Universidad de Navarra, María Iraburu, a los asistentes al acto de investidura de los 181 nuevos doctores del centro académico, que tuvo lugar en el Aula Magna del edificio Central. En su discurso, Iraburu alabó y agradeció su dedicación al estudio, que describió como una tarea no exenta de complejidad, "que es la que hace de la investigación un bien arduo, una conquista esforzada que nos enriquece y que contribuye a dar sentido, no solo al trabajo, sino a la propia vida", indicó.
"Habéis hecho una apuesta personal por el conocimiento. Las tres palabras son dignas de consideración. Apuesta, porque hay un algo de riesgo en embarcarse en la tesis doctoral. Personal, porque lo que se pone en juego es más que la dedicación de tiempo, es dedicación de la cabeza y el corazón, de la propia vida. Y conocimiento. Este último término es el que merece que nos detengamos por un momento", continuó la rectora.
Iraburu señaló que el desarrollo de la tecnología, la posibilidad de aplicarla a todas las tareas cotidianas, está poniendo en cuestión la forma de acceder y gestionar el conocimiento en todos los sectores. "Para nosotros, para vosotros, investigadores e investigadoras, este hecho es, ante todo, una invitación a reflexionar sobre lo específicamente humano. Es también una responsabilidad: la de ser capaces de que los avances tecnológicos contribuyan al despliegue de las potencialidades de cada persona, sin falsos atajos ni simplificaciones perezosas, que acaban alienando. Y que configuren los espacios profesionales en lo que trabajáis ahora o trabajaréis en el futuro, de modo que ganen no solo en eficiencia, sino también en humanidad", añadió.
Adornado con los colores de las mucetas y los birretes que representan a cada una de las facultades, el Aula Magna del edificio Central reunió a doctores de 33 países distintos, que han aplicado su investigación en múltiples ámbitos.
Entre ellos, Iñigo Barasoain Echepare y Nahia Gómez Echarte. Con la muceta marrón de la Escuela de Ingeniería y tras años de estudio, Iñigo Barasoain Echepare celebró en el Aula Magna el sueño que tenía desde muy pequeño: ser científico. Su investigación se refirió al ámbito de las telecomunicaciones y los procesos vectoriales y estuvo dirigida por el catedrático Jesús Gutiérrez y la doctora Marta de Zárraga. "Estudiar la tesis es un proceso duro y exigente pero es muy satisfactorio ver cómo, poco a poco, lo que estás investigando va avanzando", afirmaba.
Cuando Nahia Gómez Echarte se graduó en Bioquímica veía su futuro profesional trabajando en un laboratorio, investigando sobre el cáncer. Nahia Gómez defendió su tesis el pasado 2 de abril, con palabras de agradecimiento para sus directores, Xabier Aguirre Ena y Edurne San José Enériz. "La tesis son años de agobio", reconocía, "pero es un camino bonito que el que lo sigue y lo consigue queda satisfecho. Hoy es un día para disfrutar". De azul, como doctora por la Facultad de Ciencias, Nahia Gómez recordaba con una sonrisa las horas de trabajo en los laboratorios del Cima para estudiar el mieloma múltiple.
La huella de la investigación en Navarra: de la trufa negra de Olóriz, los metales de la coloración del vino o la cría de la lechuza común
En los últimos 25 años, en la Universidad de Navarra se han defendido más de 160 tesis sobre temas muy diversos, todos ellos enmarcados en la Comunidad Foral. Entre ellos destacan estudios sobre la micorrización en cultivos de trufa negra en Olóriz, el análisis de la calidad del aire y contaminantes atmosféricos en entornos urbanos, rurales e interiores, y la caracterización de compuestos como la ocratoxina A en alimentos. También se investigaron los metales que influyen en la coloración del vino. En fauna silvestre, se abordaron los efectos de la fragmentación del hábitat por infraestructuras en la mortalidad animal y la seguridad vial.
En biodiversidad agrícola, se documentaron artrópodos en cultivos de tomate y ácaros con aplicaciones forenses. La etnobotánica tuvo un papel relevante con estudios sobre plantas medicinales tradicionales y su posible actividad biológica. Además, se analizaron los efectos de la dieta mediterránea en la salud en el marco del proyecto SUN, y se estudiaron ectoparásitos de roedores y su relación con deformidades craneales. En ornitología, se investigó la ecología del martín pescador, la reproducción del alcaudón dorsirrojo y la cría en cautividad de la lechuza común.