Casa del reloj

Centrado en el flanco oeste destaca en altura la “Casa del Reloj" o “de la Ciudad” utilizada por los antiguos regidores para ver la corrida de toros, conocida por ello como el “Balcón de Toros”. Fue construida por el mismo Domingo Ucazcal y el maestro arquitecto y escultor Pedro Viñés al que se encargó la carpintería del inmueble. Así pues, la “Casa del Reloj” se constituye como un amplio lienzo rectangular elevado en tres plantas: la inferior de piedra y con triple arco de ingreso, la planta primera presenta tres balcones con repisa y herraje, la segunda tres balcones sin repisa y, a modo de remate, una galería corrida de arcos de medio punto coronada por un alero de madera. Posteriormente, se añadieron diferentes motivos decorativos hasta componer la Casa del Reloj que conocemos actualmente. Al año de su edificación, se agregaron dos escudos de la ciudad con sendas tarjetas explicativas ejecutados por el maestro dorador Francisco Arregui. Más adelante, en 1859 José Base y Patricio Andrés llevaron a cabo la pintura neoclásica que recubre toda la superficie y que, ya entrados en el siglo XX , será restaurada por Lozano de Sotés. Y como última adorno, se construyó el templete neoclásico que alberga el Reloj de Torre inaugurado en abril de 1885.