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Patrimonio cultural de Ororbia

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Nicolás Ardanaz: una mirada evocadora del pasado de Ororbia

Nicolás Ardanaz Piqué (1910-1982), uno de los mejores fotógrafos no profesionales del siglo XX en Navarra, tuvo una especial relación con Ororbia debido a su matrimonio con Resurrección Villanueva. Por ello, la localidad se convirtió en protagonista de un buen número de sus imágenes, hoy custodiadas, junto al resto de su colección, en el Museo de Navarra. Hablamos de un fotógrafo no profesional porque la fotografía era la afición a la que dedicó el tiempo libre que le dejaba su actividad diaria en la droguería familiar de la calle Mayor, todavía en funcionamiento. Su formación fotográfica fue autodidacta, contando como única enseñanza artística el paso por la academia del pintor Javier Ciga.

La iniciación artística junto a Ciga marcaría la obra de Ardanaz en sus presupuestos estéticos y, sobre todo, en sus géneros y temas más habituales: paisaje, bodegón, escenas costumbristas y retrato. También se aplicó a estos temas en Ororbia, dando lugar a un extraordinario conjunto de imágenes que testimonian la vida en el pueblo antes de su desarrollo industrial y urbanístico. En su mayoría son en blanco y negro, prefiriendo el formato cuadrado, que no es el habitual para el género paisajístico.

Las fotografías de paisaje, con cielos muy luminosos y perspectivas profundas, nos muestran algunos panoramas desaparecidos, como el río desde los confines de Arazuri, sin la mole de la fábrica de Unión Carbide. También dirigió su mirada a las pajeras, esos montones de paja de forma tronco-piramidal elevados en las eras en el tiempo de la trilla, que le permiten establecer sugestivos juegos de volúmenes entre luces y sombras. Logra un bello efecto en la imagen elegida como ilustración, en la que la sucesión de pajeras crea una perspectiva hacia la torre de la iglesia. Entre los paisajes urbanos, destaca su visión de la calle del Ángulo, con las viejas casas de adobe a la sombra del imponente ayuntamiento. Otro tema habitual fue el paisaje nevado, con perspectivas de gran carga nostálgica.

Uno de los aspectos más destacados de la biografía de Ardanaz es su fe religiosa, muy presente en su producción fotográfica y, por lo tanto, en las imágenes tomadas en Ororbia, que dedicó al crucero y las procesiones. Por último, hay que aludir a sus retratos, que no surgían de manera espontánea sino después de una cuidada preparación. Entre los ororbieses retratados sobresale, cómo no, su mujer, que posó en multitud de ocasiones. En la que posiblemente sea la fotografía más conocida de Ardanaz, Resu es sorprendida en el campo trabajando a pleno sol con un fajo de mies entre sus manos. Sorprende la composición, con un contrapicado enfatizado por la disposición en diagonal del fajo, cuando es un autor cuya obra no se señala por su experimentación estética, sino, ante todo, por su poder evocador de unas costumbres y entornos naturales ya desaparecidos.

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Vista de Ororbia con las pajeras. Fotografía de Nicolás Ardanaz (Museo de Navarra, Pamplona)

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ALEGRÍA SUESCUN, D., Molinos harineros de Ororbia. Estudio histórico-documental, Concejo de Ororbia, 2015.

GUIJARRO SALVADOR, P., Ororbia: mil años de historia, Concejo de Ororbia, Kybse, 2015.

MARTÍNEZ ÁLAVA, C. J., TARIFA CASTILLA, M.ª J. y LATORRE ZUBIRI, J., La iglesia de San Julián de Ororbia. Historia y restauración, Concejo de Ororbia. Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra. Graftech Ibérica, 2014.

ZUBIAUR CARREÑO, F. J., “Catálogo de miradas. La Navarra que fotografió Nicolás Ardanaz”, en Ricardo Fernández Gracia (coord.), Pvlchrvm: Scripta varia in honorem M.ª Concepción García Gainza, Gobierno de Navarra. Universidad de Navarra, 2011, pp. 838-846.

Expediente del Asilo San José: Archivo Contemporáneo de Navarra/Vivienda/1116846.