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Patrimonio cultural de Ororbia

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Arquitectura del agua: fuente y lavadero, agua negra y molino

La fuente y el lavadero situados junto al río Arga se construyeron en 1806, al haberse secado las fuentes de las que tradicionalmente se abastecía la población. El proyecto consistió en reunir el agua de varios manantiales en un arca, de donde sale a través de un pequeño edificio abovedado abierto mediante arco de medio punto. El agua es conducida desde la fuente a un abrevadero y a continuación a un lavadero cubierto. A pesar de esta obra, la escasez de agua era frecuente durante el verano, algo paliado gracias a la generosidad de los vecinos, que proporcionaban la de los pozos situados en sus viviendas. Hasta 1956 no se establecería el suministro de agua a domicilio, procedente de los manantiales de Ulzurrun.

En el paseo del río, cerca del puente, se encuentra la fuente del agua negra, que recibe este nombre por el tono oscuro que esta adquiere al cabo de unos días. Se trata de una fuente a la que se atribuían propiedades curativas, especialmente contra las enfermedades cutáneas. El ritual más importante tenía lugar el día de San Juan, cuando muchos forasteros acudían a Ororbia para beber y lavarse con el agua de la fuente. El resto del año también llegaban visitantes, sobre todo mujeres, a tomar el “novenario”, consistente en beber el agua durante nueve días seguidos. Igualmente, se llenaban cántaros con destino a diferentes pueblos de Navarra, para así facilitar el agua a quienes no podían desplazarse. El apogeo del agua negra tuvo lugar en el siglo XIX, convirtiéndose en un lucrativo negocio para el concejo. Sin embargo, en las primeras décadas de la siguiente centuria la costumbre iría languideciendo y hoy en día la fuente se encuentra clausurada, paradójicamente, por falta de salubridad.

Al otro lado del puente, el camino que se inicia junto al crucero conduce al molino y las huertas de la Barasta. El molino, hoy adaptado a vivienda, es un edificio de tres plantas de piedra enlucida que conserva parcialmente la maquinaria en su interior. También subsisten su sistema de presas, situadas a ambos lados de una isla existente en el río Arga, y la acequia que conducía el agua. De origen medieval, al menos del siglo XIV, se trataba de un molino vecinal que con el tiempo pasó a ser propiedad de tan solo cuatro familias. Daba servicio a Ororbia y los pueblos circundantes, y contaba con dos piedras para la molienda del grano, una de las cuales se dedicó al maíz a partir del siglo XVIII. No fue el único molino que hubo en el pueblo, ya que en la misma orilla izquierda del Arga, aguas arriba, se documenta el molino de Echamur. La Orden de San Juan de Jerusalén lo adquirió a una noble en 1186 y lo poseyó hasta su abandono en el siglo XVII.

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Fuente y lavadero

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ALEGRÍA SUESCUN, D., Molinos harineros de Ororbia. Estudio histórico-documental, Concejo de Ororbia, 2015.

GUIJARRO SALVADOR, P., Ororbia: mil años de historia, Concejo de Ororbia, Kybse, 2015.

MARTÍNEZ ÁLAVA, C. J., TARIFA CASTILLA, M.ª J. y LATORRE ZUBIRI, J., La iglesia de San Julián de Ororbia. Historia y restauración, Concejo de Ororbia. Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico de Navarra. Graftech Ibérica, 2014.

ZUBIAUR CARREÑO, F. J., “Catálogo de miradas. La Navarra que fotografió Nicolás Ardanaz”, en Ricardo Fernández Gracia (coord.), Pvlchrvm: Scripta varia in honorem M.ª Concepción García Gainza, Gobierno de Navarra. Universidad de Navarra, 2011, pp. 838-846.

Expediente del Asilo San José: Archivo Contemporáneo de Navarra/Vivienda/1116846.