La vida en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad, en primera persona
Además de asistir a clase y estudiar, muchos alumnos de la Universidad de Navarra están implicados en diversas actividades. Algunos colaboran como alumnos internos en los departamentos, donde participan en las tareas de investigación que llevan a cabo los profesores, con el fin de contribuir a su formación científica y profesional; otros, se involucran en las distintas iniciativas que organizan las facultades, como las Jornadas de Puertas Abiertas, o atendiendo a futuros alumnos y sus familias durante las pruebas de admisión. Todo ello, sin perder la excelencia académica. Es el caso de nuestros siguientes protagonistas, que nos cuentan su experiencia en la Facultad de Filosofía y Letras.
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Después de cursar el Bachillerato en Ciencias, con una media de sobresaliente, Javier Viñeta, natural de Pamplona, comenzó el doble Grado en Filosofía y Derecho en la Universidad de Navarra. Apasionado de la lectura y de las historias, cuando acabó primer curso decidió dejar el Derecho y matricularse en Filología, una carrera que compatibiliza con el Grado en Filosofía. “Actualmente no existe un doble grado como éste, pero decidí empezar mi doble soñada. Me gusta la Filología porque analiza los textos formalmente, algo que me interesa mucho; y Filosofía, porque se mete a cuestiones de fondo que me parecen igualmente cautivadoras”, explica.
Gracias a su formación, nuestro alumno ha podido realizar prácticas profesionales en la Biblioteca Nacional de España, “donde tuve ocasión de conocer mejor el mundo de la filología y el manejo de textos”, y en el Consulado General de España en Washington D.C (Estados Unidos), “una experiencia que me sorprendió muy gratamente y que hizo que viviera el mejor verano de mi vida”. Asegura que durante su primer contacto con el mundo laboral, los hábitos de trabajo adquiridos en la Universidad fueron muy útiles: “Creo que eso es lo más valioso que puedes llevarte: la constancia y el espíritu de trabajo, además del trato con las personas”. Después de conocer dos ámbitos tan distintos, cuenta que, en un futuro, le gustaría trabajar en la universidad. “Me encanta dar clases y estudiar, así que mis planes incluyen hacer la tesis y dedicarme a la docencia”.
Además de estudiar dos carreras, Javier considera “importante” involucrarse en otras actividades que organiza la Universidad, para complementar su formación académica. Ha sido alumno colaborador del Laboratorio del Habla de la Facultad de Filosofía y Letras, un espacio de investigación dedicado al estudio psicolingüístico del habla, del lenguaje y del desarrollo fonológico. “El profesor Mark Gibson, director del Laboratorio, es un gran profesional y trabajar con él es una experiencia muy enriquecedora para un estudiante que no conoce demasiado el mundo de la investigación científica. Me uní a uno de sus proyectos porque me gustó mucho su clase de Lenguaje y Comunicación y quería aprender a investigar sobre estas cuestiones”.
Javier también suele colaborar con BeBrave, un proyecto de la Facultad de Filosofía y Letras que aspira a conectar a sus alumnos y profesores con estudiantes de Bachillerato que tengan inquietud por las Humanidades. “A mí no me gustan demasiado mis poemas y me cuesta enseñarlos, más allá de con intenciones lúdicas, pero así es como se crece y se hace crecer a los demás, por eso he compartido algunos de mis escritos en este proyecto. Además, al final casi siempre resulta mucho más divertido de lo que parece”, asegura.
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“La excelencia académica y el trato cercano y familiar con los alumnos” fueron los motivos que llevaron a Javier Yániz, de Pamplona, a estudiar Filología Hispánica en la Universidad de Navarra. Becario Alumni, gracias a su media de sobresaliente en Bachillerato, explica que la universidad es para él “algo más que un sitio de paso donde te dan un certificado que dice que eres filólogo. Creo en una universidad donde el alumno y el profesor dialogan con el fin de avanzar en el conocimiento y de volcarlo a la sociedad, en una universidad con valores humanísticos y a la vanguardia”.
Además de estudiar la carrera, Javier colabora como alumno interno en el departamento de Filología de la Facultad “porque es una experiencia muy enriquecedora, que permite estar cerca de un profesor que te guía en el funcionamiento de la Universidad, te enseña cómo se desarrolla su investigación y que te aconseja”. En este sentido, asegura que la universidad “no son solo las clases, es la vida universitaria: desde asistir a congresos, conferencias, conciertos, recitales de poesía, tertulias de cine, exposiciones en el museo, clubes de lectura, de arqueología, teatro, etc. Son experiencias irrepetibles que no se pueden adquirir en el aula”. Por eso anima a otros “a participar siempre en todo lo que puedan, dejando que la universidad pase por ellos. Son cuatro años muy intensos que forjan a la persona, más en las carreras de Filosofía y Letras. Todo ello, y más, es parte de lo que ofrece la Universidad y no hay que dejarlo escapar”.
A los jóvenes que se estén planteando estudiar el Grado en Filología les diría “que lo hagan sin dudarlo, porque es una carrera apasionante, una profundización científica de todo lo que rodea a nuestra lengua española”. “Prepárate para leer mucho y profundizar en grandes libros que cambiarán la manera de enfrentarte al mundo; prepárate para analizar la lengua desde múltiples perspectivas: la morfología, la fonética, el análisis del discurso... Aunque quizá suene muy fuerte, matricúlate, te lo digo de corazón”, añade.
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Almudena Ezponda forma parte de la primera promoción del Grado en Filosofía, Política y Economía (PPE), una carrera puesta en marcha en la Universidad de Navarra en el curso 2018-2019, y que en la actualidad se imparte en medio centenar de prestigiosas universidades, como Oxford, Yale o Duke. Comparte aula con otros 36 alumnos, procedentes de nueve países, que se preparan cada día para poder dar respuesta, en un futuro, a los retos políticos y económicos de la sociedad.
“Siempre he sido una persona muy inquieta, me he hecho muchas preguntas y he intentado buscar sus respuestas. En el colegio disfruté muchísimo con la asignatura de Filosofía: me ayudó a amueblar mi cabeza y a ir más allá, a no conformarme. También me ha encantado siempre la política y me di cuenta de que el PPE era una carrera que englobaba todo lo necesario para ser una buena pensadora. Este Grado me está ayudando a pensar con profundidad y a entender la política y la economía desde un punto de vista más profundo, a ver la importancia que tiene el conocimiento de estas dos disciplinas en el día a día, y a valorar todo con espíritu crítico”, explica.
Con una media superior a 8,5 en Bachillerato, Almudena accedió a una Beca Alumni al comenzar la carrera. Asegura que esto “supone una gran responsabilidad y un profundo agradecimiento, ya que estoy estudiando gracias a la colaboración altruista de muchas personas. Quienes colaboran con Becas Alumni lo hacen porque esperan que, con su dinero, muchos jóvenes puedan formarse en la Universidad de Navarra y que, en el futuro, sean grandes profesionales, con pensamiento crítico y bien formados en el ámbito humano, académico y espiritual. Solo puedo tener palabras de agradecimiento y la responsabilidad de cumplir las expectativas de estas personas tan generosas”.
A los futuros alumnos que se estén planteando estudiar el Grado en Filosofía, Política y Economía, les anima a “tirarse a esta piscina”: “El PPE es una carrera que te ayuda a pensar con sentido crítico y evitar el conformismo, es una oportunidad increíble de juntar tres ámbitos que, aunque parezca que no tienen nada que ver, están muy unidos entre sí. Como dice el lema del PPE, The world needs thinkers, y es muy cierto: se necesitan políticos y economistas que tengan una buena base, que sean capaces de pensar de verdad”.
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Aunque en un principio quiso estudiar la carrera de Filología Hispánica, nuestro alumno José Lacarra se decantó, finalmente, por el Grado en Literatura y Escritura Creativa (LEC), “una carrera que solo oferta la Universidad de Navarra y que permite acercarse de un modo distinto a la cultura”, explica. Cuando accedió a la Universidad, con una media superior a 8,5, lo hizo con una beca Alumni, “una ayuda que me recuerda mi deber como estudiante”.
Además de estudiar, José suele colaborar con el proyecto BeBrave de la Facultad de Filosofía y Letras, dirigido a futuros alumnos, “porque considero importante involucrarme en los proyectos de la Universidad. Algo que nos dicen a todos es que la Universidad no se acaba en las aulas. Colaborar con los distintos proyectos que existen es un modo de aprovechar aún más la formación universitaria. Además, es muy gratificante saber eres parte del servicio inmenso que ofrece esta Universidad”, asegura. Para poder compatibilizar estudio y actividades extracurriculares, considera fundamental la organización: “la clave es evitar las horas muertas. Para eso ayuda mucho tener un trabajo más allá del estudio, como ser alumno colaborador o profesor particular”.
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Luka García complementa su formación en Historia con el Diploma en Arqueología. Con una media de sobresaliente en Bachillerato, cuenta que decidió cursar este itinerario “porque no hay mejor manera de entender la Historia que con la Arqueología, y un título mixto como este no se puede encontrar en ninguna otra universidad de España”. Explica que la Arqueología “nos permite acercarnos a las realidades pasadas, desde un punto de vista más tangible, y llegar hasta los cimientos de la cultura material de nuestros antepasados, que nos hacen entender que en realidad no hemos cambiado tanto como pensábamos, que nuestra esencia sigue siendo la misma”. Nuestra alumna asegura que “todo lo que estoy aprendiendo en esta carrera me hace darme cuenta de que la Historia y la Arqueología son las ciencias más humanas que existen, y si echamos una ojeada a nuestro pasado, podremos entender mejor nuestro presente”.
Luka suele implicarse en otras actividades de la Facultad, como alumna colaboradora en la Jornada de Puertas Abiertas, o en sesiones de divulgación que el Diploma en Arqueología organiza en los colegios: “Lo que diferencia a la Universidad de Navarra de muchas otras universidades es el compromiso con sus alumnos y con la sociedad en general. Cuando participo en estas actividades de la Facultad, lo hago, en parte, porque siento que me acerco un poco más a lo que quiero ser y a lo que quiero mostrar al mundo. También me hace ser más consciente de todo lo que me queda por aprender”.
En este sentido, señala que participar en iniciativas extracurriculares “me ayuda a seguir formándome. Creo que la proactividad y la iniciativa son dos valores muy importantes en el mundo académico y laboral, y cuando te sumerges en ellos no puedes parar de ver todo lo que puedes hacer. Siento que al participar en estas actividades estoy sembrando las semillas de estos valores en lo que respecta a mi formación”.
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“La internacionalidad del Grado y que fuera bilingüe”, fue lo que llevó a nuestra alumna Carmen Pérez San Martín a estudiar Humanidades en la Universidad de Navarra, “un grado para alguien con inquietudes, activo y con ganas de hacer cosas”: “Siempre me gustaron las Letras y tenía claro que quería estudiar alguna disciplina de la Facultad de Filosofía y Letras, pero todas me gustaban y no quería descartar ninguna”, explica. Con una media de sobresaliente en Bachillerato y dominio de varios idiomas, cuenta que el mayor cambio que vio cuando dio el salto al mundo universitario fueron los criterios de evaluación: “La Universidad no consiste únicamente en recordar lo estudiado, sino en elaborar trabajos y relacionar conceptos. La enseñanza universitaria exige más aportaciones individuales”.
Además de estudiar la carrera de Humanidades, Carmen colabora en el departamento como alumna interna, “una oportunidad para aprovechar al máximo todos los recursos que la Universidad ofrece, para completar nuestra formación teórica con experiencias prácticas”. Explica que compatibilizarlo “es fácil, pues los profesores, al menos en mi caso, suelen tener en cuenta los horarios del alumno en el momento de asignar alguna tarea”. Asegura que ser alumno interno “te aporta información y formación, muy útil para un alumno que se plantee la docencia universitaria, pues aprendes a buscar bibliografía, a ver cómo un profesor prepara una asignatura, y otras pequeñas tareas que enseñan cómo es el trabajo de un profesor”.
También ha colaborado con otras actividades de la Facultad, como el Programa Excellence, atendiendo a futuros alumnos y sus familias durante las pruebas de admisión, la Jornada de Puertas Abiertas, Excelencia Literaria, o el programa Shadowing, dirigido a futuros alumnos. Para Carmen, “involucrarse en las actividades de la Universidad es positivo, porque te aportan una visión práctica de su funcionamiento, más allá de las clases teóricas. Colaborar en la organización de eventos universitarios te ayuda a conocer el funcionamiento de la propia universidad”.
Gracias a su formación en Humanidades, Carmen ha podido realizar prácticas profesionales en ámbitos tan diversos como la enseñanza, en el Instituto de Lengua y Cultura Españolas (ILCE) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra; la gestión cultural, en Tdiferencia y en el festival de Gijón; la investigación Arqueológica, en Los Bañales: “Mi experiencia en el mundo laboral ha sido muy incipiente, pero me ha servido para ver cómo detrás de cada sector hay una preparación y planificación práctica. Creo que la formación en Humanidades es muy amplia y que puede abrir más oportunidades profesionales de las que puede parecer normalmente, ya que se trata de un grado muy interdisciplinar”. Asegura que cada una de esas prácticas “me ha aportado el poder ver el funcionamiento de un determinado sector que, sobre todo, es de ayuda a la hora de encaminar tus opciones profesionales e ir decidiendo a lo largo de los años de carrera qué especialidad elegir”.