2014_01_08_jaime_bueno_kenia

Suele pasar que cuando uno va a algún país africano, la forma de ver la vida cambia. Y esto es lo que le pasó a Jaime Fuertes, un estudiante de 3º de Derecho y Económicas. Este verano se fue a Kenia para ayudar a niños en un orfanato y, como muchos estudiantes de la Universidad que dedican su verano a los demás, reconoce que es una experiencia única en la que se conoce de cerca las necesidades de las que tanto se habla. "Tengo dos opciones; continuar con mi vida y no hacer nada o puedo intentar ayudarles desde aquí", se planteó Jaime al volver a España. Esta es su historia.

¿A qué te dedicaste durante los meses de verano en Kenia?, ¿cómo fue tu ayuda allí?

Conocí a un sacerdote de Kenia que me propuso ayudarle en su misión; él llevaba un orfanato en Meru, a 200 kilómetros de Nairobi. Se trataba de un orfanato de niños y niñas que tenían entre tres y doce años. Allí les di clase de Matemáticas, Inglés y Ciencias. Jugaba con ellos y colaboraba con los profesores en las actividades. También corregía exámenes.

Entonces, ¿vuelves a España y te planteas ayudar desde aquí a esos niños?

Sí, al volver pensé que todas esas experiencias no podían quedarse solo en una anécdota. Además el sacerdote me comentó la posibilidad de apadrinar niños. En Pamplona hay muchos estudiantes y, es verdad, que para una persona supone un desembolso económico muy grande, pero la idea que estuve barajando fue formar grupos de personas para que esa cantidad de dinero se redujese. Entonces decidí llevar a cabo este proyecto.

¿En quiénes pensaste para que te ayudaran a llevarlo a cabo?

En un primer momento me planteé los Colegios Mayores, ya que en ellos conviven muchas personas que son como una gran familia. He ido a varios a explicar este proyecto y en cada uno de ellos cuento con el apoyo de una persona que vive allí y que se encarga de recoger todo el dinero. Por ejemplo, en el Colegio Mayor Belagua  me ayudan Manuel Roa Prieto y Jorge Grases y Borja Ruiz, en el Colegio Mayor Olabidea, Verónica Villalobos y en Goimendi Claudia Falgueras. De momento, el balance es positivo, ya que se está recaudando bastante dinero, pero todavía tenemos mucho que hacer y cosas que mejorar.

¿Qué dificultades has encontrado?

Lo más difícil es hacer llegar ese dinero de forma segura; enviar dinero a África no es tan fácil como a cualquier país de Europa. Otro de los grandes problemas llega a la hora de comunicarse; son lugares aislados, que en muchos casos no aparecen en los mapas, y es complicado ponerse de acuerdo y contactar con ellos. Hemos estado investigando cómo enviar ese dinero de forma segura para que les llegue a esas personas. Nos encontramos en un momento clave porque es ahora cuando estamos recaudando dinero y necesitamos que los estudiantes colaboren.

¿Por qué crees que es tan complicado llevar a cabo estos proyectos?

El principal problema es que a veces, a la hora de ayudar, no tenemos una implicación directa en lo que estamos haciendo. Estamos acostumbrados a que existan muchas organizaciones que nos piden ayuda para diferentes proyectos, obviamente y aunque nos gustaría, no les podemos dar dinero a todas. Cuando se plantea esta situación, muchas veces sucede que al final no le damos dinero a ninguna. Pensé en este proyecto para intentar solucionar la situación, de estudiante a estudiante.  Necesitamos involucrar a todos los alumnos y a los residentes de los Colegios Mayores para que se den cuenta de que sin ellos este proyecto no saldría adelante, de forma que sean conscientes de que solo con cinco euros pueden cambiar la vida de muchos niños. Estamos hablando de algo más grande de lo que parece.

Y ahora mismo, ¿en qué fase se encuentra el proyecto?

Ahora mismo nos encontramos en una primera fase, en la que nos vamos a dirigir a los Colegios Mayores, porque ellos son como una familia que decide ayudar apadrinando a un niño. Si tiene buena aceptación, la idea es crear esas familias yendo a otros Colegios, Residencias y Clubes universitarios. Queremos darle un carácter institucional y para ellos vamos a hacer una página web y un logo, pero lleva mucho tiempo y depende de lo que se involucre la gente. Aun así, si con todo solo apadrinamos a un niño, el proyecto tendrá sentido.

Contacto: Jaime Fuertes (jfuertes@alumni.unav.es)