2014_03_05_militares_por_un_dia
Militares por un día
Gracias a la iniciativa del profesor Javier Marrodán, uno de los docentes responsables de la asignatura de tercero de Periodismo "Edición de Diarios y Revistas", doce alumnos han tenido la posibilidad de pasar dos días con los Cazadores de Montaña América 66, realizando el trabajo de auténticos periodistas de guerra.
La expedición tuvo lugar en Piedrafita de Jaca, municipio perteneciente a la provincia de Huesca. Esta visita tenía un doble objetivo: por un lado, ayudar a los alumnos con sus reportajes para dicha asignatura, y por otro, simular que eran periodistas de guerra que se encontraban informando en un conflicto internacional. Para ello los alumnos se dividieron en tres bloques; uno de ellos, afín al país aliado, otro al enemigo y los miembros del tercer grupo simulaban ser periodistas pertenecientes a los países neutrales.
Nada más llegar, los estudiantes acudieron a una rueda de prensa en la que se les informó de la situación en la que se encontraba el conflicto en ese momento y de las tácticas que estaba siguiendo el Ejército. "Ha sido una experiencia enriquecedora para mi formación profesional ya que se trata de una actividad totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados. La Universidad no suele ofrecer la posibilidad de conocer el trabajo que realiza un periodista de guerra", afirmó Carmen Alba, una de las estudiantes.
Siguiendo el rol antes mencionado, tuvieron la oportunidad de entrevistar a los altos mandos implicados en las estrategias de combate. Con esta iniciativa lo que se pretendía conseguir era que los militares se familiarizasen con el trato que debían dar a los medios de comunicación en contiendas reales, como por ejemplo, la guerra de Afganistán, Kosovo o de Bosnia. Momentos en los que, como ellos mismos afirman, se vive una gran tensión y en los que es muy difícil saber qué se debe contar a los periodistas.
Los estudiantes de Periodismo vivieron una experiencia completa ya que, además de tener contacto con las fuerzas militares, pasaron la noche en un refugio de montaña que no tenía agua ni luz, y solo contaban con las provisiones habituales que utiliza el Ejército en sus expediciones. "Ha sido una gran experiencia, pero por la noche la situación se complicó mucho; nuestros sacos de dormir no estaban preparados para las temperaturas extremas por lo que fue bastante duro. No podíamos dormir", explicó otra alumna, Andrea García.
Una vez superadas las adversidades de la noche, los estudiantes tuvieron la oportunidad de realizar entrevistas para sus respectivos reportajes a diferentes militares. Todos reconocen que están muy contentos por haber podido vivir esta experiencia. Quien sabe si alguno de ellos se plantea esta salida profesional y tenemos entre nosotros a un futuro periodista de guerra.