Resumen:
La supervivencia del paciente sometido a trasplante de órgano sólido (TOS) ha aumentado en los últimos años, debido a estrategias profilácticas y regímenes inmunosupresores más ajustados. A pesar de esto, las infecciones en el paciente sometido a TOS continúan siendo causa de enfermedad grave, fallo orgánico, complicaciones postrasplante y pérdida del injerto, con un aumento de la morbilidad y de la mortalidad de estos pacientes. El cribado previo en los candidatos a donantes y receptores es crucial para prevenir estas posibles infecciones e implementar estrategias preventivas. Cuando estos mecanismos fallan, la realización de un diagnóstico rápido y adecuado es vital para el comienzo del tratamiento antimicrobiano correcto y evitar las posibles complicaciones en el periodo postrasplante.